¡One piece en Hogwarts!

Capítulo III

Capítulo 3
2871 palabras

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El motivo principal por el cual tuvieron que comprar nuevamente los libros de primer año en lugar de heredarle a Luffy los usados era simple: Ace a finales de su primer año los quemó. ¿Por qué? Porque dicho en sus propias palabras "quería cerrar ciclos". Sabo por su lado ahora lamentaba la impulsividad de su hermano y como castigo lo había puesto a cargar los nuevos materiales que habían comprado para Luffy, entre ellos el caldero de peltre, uniformes, libros, la balanza de latón y el telescopio; claramente Sabo no era lo suficientemente estúpido como para dejarlo a cargo del juego de redomas de cristal.

Luffy se mantenía caminando al frente junto con aquel chico peliverde que Sabo no había visto nunca en su vida, de igual manera Ace no tardó en escanear al desconocido.

- Luffy, ¿Quién es el? ¿Un amigo?

- ¡Sí! - afirmó el del sombrero de paja con emoción- ¡También irá a Hogwarts!

Zoro no diría que son amigos, apenas si se conocía de hace unas horas pero aún así, aquel muchachito le había dado una acogida agradable y le había ayudado a conseguir gran parte de lo que necesitaba. Zoro jamás en toda su vida se imagino comprar libros como los que llevaba ahora en una de sus bolsas ¿Guía de Transformaciones para principiantes? ¿Mil Hierbas y Hongos Mágicos? ¿Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos? Parecían libros de fantasía juvenil más que libros de texto para estudiantes.

- Por fin, ya llegamos a la última parada de hoy: Ollivanders!- avisó Sabo recibiendo como respuesta un suspiro aliviado de su hermano piromano.

- ¿Uh? Oh, esté era el lugar al que querías venir en un inicio ¿No? - Luffy volteó a ver a Zoro pero encontró que tenía la mirada fija en un hombre que se les acercaba lentamente.

Era un hombre alto de tez clara, con una barba corta y patillas que lo hacían ver elegante con su ropa negra decorada con trazos rojos. Al rededor de su cuello colgaba lo que parecía una cruz del tamaño de la mano de un adulto convencional. A pesar de todo lo anterior, lo que más llamaba la atención de ese hombre eran sus ojos razgados color miel, igual de profundos a los de un halcón.

- Roronoa, ¿Dónde estabas? - la voz de aquel hombre retumbó en los oídos de los cuatro jóvenes, dejando a los dos mayores sin habla.

Sabo se acercó respetuosamente al hombre y dió una pequeña reverencia.

- Buenas tardes, profesor Mihawk. No esperábamos encontrarlo por aquí.

El peliverde volteó a ver a sus acompañantes con confusión.

- ¿Se conocen? - el único moreno preguntó.

- Roronoa sé que no me he presentado detalladamente pero, más allá de ser un simple cuidador de mocosos, soy profesor. - miró al peliverde fijamente - Más específicamente, yo seré tu profesor.

Pues si, Dracule Mihawk era el nombre del profesor de Artes Oscuras en Hogwarts y el actual hombre a cargo de introducir a Roronoa Zoro al Mundo mágico.

- ¿Profesor? ¿Entonces también será mi maestro? - preguntó Luffy acercándose y mirando directamente a aquel hombre imponente.

La mirada penetrante del profesor se posó en los grandes iris del menor y lo reconoció de inmediato.

- Monkey D. Luffy, esfuercese en este año escolar. Es un gusto conocerlo. - Estrechó su mano, era un agarré fuerte y digno de un hombre de su calaña. Luffy sonrió.