Esta es la historia de una chica que vive en la gran manzana mejor conocida como New York, estudia en la universidad mas prestigiosa de la ciudad y se llega a enamorar de un chico nada y nada menos que por tener un acento muy peculiar que pondrá su...
Los días pasaron con rapidez el sábado por la noche Logan llegó a la puerta de mi apartamento con algunas películas y palomitas y no me pude resistir se veía tan tierno en pijama y con sus bonitas pantuflas de panda que le había regalado su abuela Melina en uno de sus cumpleaños me dijo que las usa sólo con la pijama y es porque fue un regalo de ella porque sino ahorita mismo estuvieran en un bote rumbo a la basura, fue un lindo gesto de su parte dármelas a mi yo me negué a aceptarlas pero me dijo que era solo por los días de viaje y bueno así tendría algo suyo cada noche ya que él se quedaría con algo mío como lo es Jiff (risas).
Ya me encuentro camino al aeropuerto con Logan y Jiff se que estaría seguro noto a diario el cariño que ambos se tienen cariño además tendrá un compañero como Elvis en esos días y así tampoco él estaría tan solo. Odiaba las despedidas y más cuando se trataba de mi perro y de mi mejor amigo, se que los vería en un par de días pero la nostalgia siempre se hacía notar.
—Porque esa cara pequeña ¿Qué sucede?—Logan me miraba extraño.
—No es nada más que tristeza de dejar a Jiff es la primera vez que viajo sin él.
Vamos Sofía dile que lo amas y que no solo estas así porque dejarás a tu perro, confiesa la verdad dile que también lo extrañaras a él. Esa tonta voz interna de mi cabeza tenía razón pero ahora no es el momento.
—Oh vamos princesa él estará bien y no te preocupes yo me encargaba de cuidarlo como mi propia vida te mandare fotos todos los días y hablaremos por videollamada además tampoco es que te vas por meses son solo un par de días.
Me derretía cada vez que me llamaba Princesa, dios sentía que lo era de verdad. Como buen caballero ayudó a bajar mis maletas y me acompañó adentro mientras esperaba mi vuelo.
Ya me encontraba en la sala de espera con mi Mac en mi regazo mientras esperaba la hora de mi vuelo. Me despedí de Jiff y de Logan muy a mi pesar, Logan no quería irse para no dejarme aquí sola pero le insistí que lo hiciera porque llegaría tarde a su trabajo.
Las horas pasaban y estaba agotada aproveche el tiempo aquí para escribir capítulos de mi novela, y cada minuto veía la pantalla pero decía que mi vuelo estaba retrasado así que no me quedo de otra más que quedarme aquí por un rato largo mi vuelo con destino a Los Ángeles, Papá me había llamado un par de veces pendiente de mi llegada cuando le dije que aun no salía de New York igualmente me contesto diciendo que estaría pendiente en el aeropuerto de LA que lo llamara apenas aterrizara.
Después de tres horas al fin estoy sentada en el avión rumbo a Los Ángeles antes de abordar le avise a Papá y me dijo que ahí estaría.
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Después de un maravilloso vuelo y mi típica siesta en el avión he llegado a el aeropuerto de Los Ángeles estoy tan feliz de estar de vuelta voy por mi maleta y luego hago una llamada rápida a Papá diciéndole que ya estoy aquí, a lo que él solo me contesta te veo pequeña estoy en la entrada, y efectivamente veo a Papa luciendo más guapo de lo habitual recibiendome con una gran sonrisa que dejan al descubierto sus hermosos hoyuelos.
—Hola Cariño ¿Cómo estás? Mi pequeña te extrañe.
—Yo también te extrañe mucho Papi es bueno estar de vuelta, estoy bien— le doy un cálido abrazo y juntos vamos a la camioneta mientras cargo mi bolso y por supuesto el mi maleta.
—Que tal el clima de New York pequeña— dice Papa mientras me acomodo en mi asiento y abrocho el cinturón de seguridad.
—Bien ahorita está haciendo un poco de frío y hay muchísima lluvia pero es lo habitual supongo.
—Y cuéntame tienes a algún lindo muchacho que esté detrás de ti.
—Papa.. No claro que no estoy ahorita muy concentrada en la universidad y sabes que no me gusta andar en fiesta ni nada de eso.
—Oh menos mal entonces todavía seguirás siendo mi pequeña, aunque sé que muy pronto encontraras a alguien que te haga feliz.
—Siempre lo seré Papá no te preocupes por eso, ya muero por ver a Mamá y a Francisco el idiota de mi hermano que tanto extraño.
—Más respeto a tu hermano hija, pero si confieso que a veces se comporta como tal.
Mi casa es la típica casa salida de una revista vivo en la mejor zona de Los Ángeles gracias al trabajo estable que tiene Papa vivimos cómodamente y con una serie de lujos que aun no me acostumbro. No soy fan de aparentar lo que no soy y mis padres respetan eso, mi mama trabaja en una empresa de diseño de modas y mi papá está completamente sumergido en los negocios.
Al llegar a la gran mansión Thompson nos recibe José el guardia de seguridad que desde hace algunos años trabaja para mi Padre, al verme me saludo con una sonrisa encantadora y nos abre el portón para que pasemos dándome la bienvenida. La mansión está justo como la recordaba antes de irme a New York, a diferencia de que el jardín está mas verde que nunca y las flores más hermosas de la habitual.
Papa me ayuda bajando mi maleta y juntos subimos las escaleras y abre la puerta para mí dejándome pasar primero, Mamá apenas me ve sale corriendo hacia mí con un gran abrazo.
—Bienvenida a casa cariño no sabes la falta que me has hecho.
—Gracias mamá también te extrañe—depositó un cálido beso en su mejilla y bajó el bolso de mi hombro y lo colocó en el sofá.
—¿Y dónde está Francisco?— pregunto ya mas cómoda sentada en unos de los banco de la cocina justo enfrente de la encimera de granito, mientras tomo un poco de agua.
—Cisco está la playa con sus amigos se fue desde temprano dijo que regresaría más tarde.
—Oh ya veo eso es típico de él son más importantes sus amigos que su hermana.
—Cariño no digas eso el solo fue a divertirse un rato—dice mama colocando su mano en mi hombro.
Mama es la que más a sobreprotegido a Francisco por encima de los regaños de mi Papá supongo que es así porque es el que más tiempo a estado con ella a diferencia de mi que decidí irme para independizarme, mamá no estuvo de acuerdo al principio pero papá la convenció de que era lo correcto.
—Creo que iré a descansar a mi habitación y a ponerme algo mas cómodo el calor ya hace acto de presencia—le digo a mama mientras tomo mi bolso del sofá, ya Papá se había encargado de subir mi maleta a la habitación en cuanto llegamos.
—Está bien cariño descansa estás en tu casa haz lo que quieras.
—Seguro que si nos vemos luego mamá—la abrazo y subo a mi habitación.
La habitación se mantiene igual que antes, está mi gran cama con las sábanas rosas justo encima de ella está todo mis posters de los Jonas Brothers tapizando cada espacio de las paredes blancas, mi mesa donde se encuentran mis antiguos libros, la gran ventana que da al balcón y el pequeño baño.
Todo está en perfecto estado, saco la Mac de mi bolso y la colocó en la mesa, la dejo cargando y deshago mi maleta colocando todo en cada cajón vacío del armario.
Me coloco unos shorts y una blusa de tirantes y mis típicas vans blancas, tomo mi celular y le mandó un mensaje a Chelsea que llegue bien, veo que tengo varios mensajes de Logan y llamadas perdidas por FaceTime pero solo me limito a decirle que llegue bien que luego lo llamaría y que le dé un gran beso a Jiff de mi parte.
