Esta es la historia de una chica que vive en la gran manzana mejor conocida como New York, estudia en la universidad mas prestigiosa de la ciudad y se llega a enamorar de un chico nada y nada menos que por tener un acento muy peculiar que pondrá su...
Han pasado ya cinco años y ya soy toda una fotógrafa profesional. Después de terminar mis estudios, tomé un curso de fotografía y me convertí en una fotógrafa profesional. Desde entonces, me han contratado en una agencia y me la paso en fiesta importantes haciendo mi trabajo lo que tanto amo. Hace una semana estuve en una boda de un empresario muy importante e invite a Chelsea conmigo. Sí, mi queridísima mejor amiga sigue aquí conmigo. Ha estado todo el tiempo cuando más la necesite y la amo mucho, gracias a ella no caí en una depresión y seguí adelante, sin Logan. No sé nada de él, desde que se fue, nunca volvió y creo que fue lo mejor que hizo. Estoy muy feliz sin él, no digo que con él no lo fui pero ahora mismo me siento bien sola, no necesitando a alguien para ser feliz, no depender de un hombre. Estoy muy bien con mi familia, con mis amigos que siguen ahí para mí.
Ahora mismo me estoy preparando para la boda de Ryan y Meg. Decidieron casarse ya hace un año atrás y hoy van a realizar su sueño. Y obviamente seré su fotógrafa. Chelsea y yo seremos sus damas de honor y usaremos un vestido color azul aqua corto. Nos encontramos en mi habitación preparándonos y al acabar bajamos y salimos directo a la casa de Ryan y Meg que allí es donde será la ceremonia.
Días atrás realicé una sesión de fotos con ellos y al llegar a la casa lo grandes pendones con las fotos es lo primero que se ve en todo el lugar, veo muchas caras fascinadas por mi trabajo y me da mucha alegría eso. Subo las escaleras junto a Chelsea hacia el cuarto en donde se encuentra Meg. Al entrar a la habitación, nos emocionamos al verla tan bella con su vestido estilo sirena. Se ve hermosísima, no hay palabras para describir cuán fascinante es su vestido y como se ve ella con el puesto. Su peinado recogido en una coleta en la nuca y con rizos cayendo en su espalda. Se ve espléndida.
—Meg, ¡que hermosa estas!—exclama Chelsea, con lágrimas en los ojos.
—Oh Chels, no llores por favor, me harás llorar a mi—dijo Meg a punto de echarse a llorar.
—Y a mí—digo yo con lágrimas en mis ojos y una sonrisa gigante. Reímos todas en unísono y en ese momento llega la madre de Meg a decir que bajemos ya, que la ceremonia está por comenzar.
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Ya estamos en nuestras mesas viendo como la pareja de recién casados baila en la pista con los demás invitados. Todo fue tan conmovedor, que hasta a Chels se le antojó casarse. Cisco la mira asustado, y después le sonríe. Me levanté de mi asiento rápidamente para tomarles una foto a los recién casados que se ven hermosos con sus trajes, están bailando muy felices y riéndose a carcajadas que no lo pensé mucho y tomé varias fotos de ellos en este momento tan especial.
Estando allí parada me doy cuenta de que ellos no son mis amigos, son mi familia. Muchos dicen que los amigos no son para siempre, pero yo soy la viva imagen de que si duran, lo importante es escoger bien a las personas. No todos quieren lo mejor para ti, algunos quieren que estés bien y logres todo lo que te propongas, pero ellos no querrán que tú seas mejor que ellos. En algún momento te defraudaran, te apuñalaran por la espalda, y de ese modo sabrás quien esta para ti y quién no. Y yo estoy muy segura, que los pocos amigos que tengo, son los mejores y no me defraudaran y estarán siempre para mí.
