Seis.

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El sonido de rebote predominaba la cancha, Jungkook no disfrutaba particularmente del baloncesto pero era bueno y eso ayudaba con su reputación, incluso si en un principio había elegido el deporte como una actividad extra con la cuál distraerse. En realidad no esperaba convertirse en el capitán, estaba bien con ser alero pero el entrenador era un viejo obstinado y se había rehusado a cualquier otro candidato. En un inicio llegó a pensar que era obra de su abuelo, sin embargo, tiempo después descubrió que se trataba de una elección honesta ¿para qué mentir? tras una vida de haber conseguido todo lo que deseaba sólo por las jugadas sucias de su familia, lograr aquello por su propio mérito fue una brisa refrescante, por primera vez le fue fácil sentirse orgulloso de sí mismo.

Además tenía una excelente vista del culo de Hoseok desde su lugar en la banca de descanso, el uniforme no tenía que verse necesariamente sensual, ni siquiera estaba cerca de serlo y aún así aquel se ajustaba perfecto a la proporciones del pequeño alfa. Sus contorneadas piernas se flexionaban con cada carrera y salto que daba, el sudor obligando a la holgada camisa a pegarse en su torso exhibiendo un conjunto de abdominales trabajados que esta planeando en lamer más tarde y, joder, alguien que lo detenga de ir a tomarlo entre sus brazos y tirarlo sobre su hombro para llevarlo de vuelta al dormitorio, la expresión de concentración en su rostro estaba causando bastantes problemas dentro de sus pantalones sueltos, era una fortuna que no tuviera que preocuparse por ocultarlo esa vez ya que la emoción del momento y el constante movimiento llegaba a provocar erecciones involuntarias, claramente no era su caso, pero era la excusa perfecta.

Pocos minutos antes de finalizar el partido Hoseok hizo una cesta que logró un punto de diferencia a su equipo convirtiéndolo en ganador, la euforia se desató en el lugar mientras que del otro lado se escucharon bufidos cansados, alfas competitivos después de todo, incluso Jungkook estaba molesto aunque no por las mismas razones.

Bueno, los celos no tienen que ser necesariamente parte del acuerdo ¿entonces por qué amenazaban con saltar fuera de su cuerpo para estrangular a ese alfa rubio y musculoso? Mientras que la mayoría de jugadores comenzaban a retirarse de la cancha, aquel hombre seguía sosteniendo la delgada cintura de Hoseok entre sus brazos mientras a él no parecía molestarle en lo absoluto, ni siquiera cuando se le acercó para depositar un beso húmedo sobre su mejilla. Vamos Jeon, no seas tan infantil.

Ah, pero por supuesto que no lo era y una mierda.

Empujó su lengua contra la parte interior de su mejilla y partió hacía las duchas con los demás. Bueno, ese tampoco era su lugar favorito, demasiadas feromonas y chicos ruidosos que interferían con su paz, normalmente iría a casa para tomar su merecido baño pero necesitaba algo de agua helada sobre su cabeza para aclarar sus ideas.

Se mantuvo bajo la lluvia artificial varios minutos hasta que las risas y bromas pesadas fueron apagándose dando a entender que los otros chicos ya se habían ido o quedaban muy pocos, tras frotar el jabón en su cuerpo eliminando todo rastro de suciedad creyó conveniente irse también, había cerrado la llave y estaba a punto de alcanzar su toalla cuando el olor inconfundible viajó a través de sus fosas nasales en conjunto con algo más, un aroma con motas agrias que no le permitía deleitarse por completo, la oscuridad vibró desde su pecho en un agresivo gruñido, ni siquiera se dió cuenta de cuando se había movido desde su lugar hasta que se encontró ingresando al cubículo en dónde se hallaba Hoseok.

Su mano terminó envuelta tras su nuca tirando de él hacía atrás y de esa manera poder enterrar su nariz en el hueco de su cuello, presionando con fuerza la glándula de aroma con su nariz, Hoseok se tensó por unos cuántos segundos y luego soltó un suspiro tembloroso queriendo mirar hacía atrás sin éxito por el fuerte agarre lo mantenía en su lugar.

"Kook ¿está todo bien? ¿por qué- ¡Ah!" la frase murió en el aire cuando fue empujado hacía los azulejos, su rostro pegado a la fría baldosa mientras que su culo se enfrentó a las fuertes caderas de Jungkook en una posición que lo dejaba a su merced, su polla engrosándose contra una de sus mejillas mojadas.

Sus dedos resbalaron desde su cuello a través de su columna, era fascinante como se contraía ante tal inocente toque, tan bonito, suyo. Preciosos hoyuelos de venus adornaban su espalda baja, no se resistió a presionar sus dedos pulgares en ellos consiguiendo que Hoseok gimiera dulcemente antes de cubrir su boca para sofocar los sonidos que buscaban salir al exterior.

"Él sigue aquí ¿no es así, hobi?" habló cerca de su oreja enrojecida antes de tomarla entre sus dientes en un suave tirón, una risa baja y cariñosa ocupó el espacio al verlo temblar "No pensé que fueras tan egoísta cachorro ¿por qué no le dejas saber lo bonito que te escuchas cuando gimes para tu alfa, mh?"

Con sus manos separó sus glúteos sin pudor alguno, un lindo agujero rosado lo saludó y su dedo índice decidió consentirlo frotando suaves círculos a su alrededor, al parecer eso fue suficiente para que las delgadas rodillas de hobi flaquearan así que tuvo que sostenerlo con un brazo alrededor de su cintura mientras acomodaba su polla entre sus nalgas.

"¡J-Jungkook, espera! Aún no... No estoy listo, podrían vernos y-" lloriqueó cuando comenzó a deslizarse de arriba hacía abajo contra su raja, sus delgadas palmas terminaron sosteniéndose de la pared en alguna clase de intento por conseguir estabilidad.

"Shh, bebé, te tengo y me importa una mierda si no te jodo hoy, este agujero me pertenece" frotó la cabeza enrojecida sobre la pequeña entrada observando con fascinación las gotas de pre-semen chorrear sobre ella, su mano libre se escabulló dentro de su cabello para girar su rostro y por primera vez saborear aquellos labios suaves y enrojecidos. Se tragó los siguientes gemidos de hobi mientras lo devoraba sin compasión, su lengua invadió la cálida boca al hurtar en ella, recorriendo cada centímetro y jugueteando con su lengua como si no fuera suficiente, mierda ¿lo era? su boca era la gloria, tan húmeda y estrecha, perfecta para él, sólo para Jungkook.

Un hilo de sáliva los unía cuando decidió alejarse, sus respiraciones eran un desastre pero Hoseok lucía hermoso, todo su rostro y cuello teñidos de un rojo escandaloso, las pupilas dilatadas y su cabello enmarañado por culpa de sus dedos, se supone que su pecho no debería apretarse en añoranza, por eso debería apartar la mirada pero le era imposible, era como... Como si lo viera por primera vez y lo  más jodido era que su mundo que parecía imperturbable ahora tenía una pequeña grieta a su nombre. Hundió su rostro contra su hombro y gimió con ardiente necesidad, de alguna forma consiguió llevarlos hasta la pared y ahora Hoseok estaba aplastado entre la misma y su peso emitiendo un ronroneo bajo al recibir las falsas embestidas, podía sentir sus uñas aferradas a su antebrazo a medida que se acercaban al final, ambos perdidos en una danza descontrolada cuyo único objetivo era terminar presos del placer. Fue cuestión de minutos para bañar de semen su culo, caliente esperma que tiñó la piel blanquecina, incluso se tomó un par de segundos para admirar lo que había hecho al esparcir la semilla con sus dedos sobre las zonas limpias. Hoseok yacía con su frente apoyada en el frío azulejo, contemplando su propia corrida bajar hacía el suelo, su pequeña espalda moviéndose en un vaivén agitado.

Unos minutos después ambos compartían una ducha silenciosa pero amena, todo miradas tímidas y risas cómplices mientras se ayudaban mutuamente, nunca había sido parte de un momento tan cálido como aquel, entonces cuando los dos ya estaban limpios y envueltos en su toallas Hoseok se giró para mirarlo, besó sus labios y antes de marcharse, dijo:

"Yo también puedo"

"¿Puedes qué?"

"Ser tuyo"


𝗜 𝗪 𝗕 𝗬  ২ junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora