i'm yours to keep - winrina

Capítulo 2

Jimin se mordío nerviosamente el labio inferior mientras continuaba paseando por su habitación. Su celular estaba en su mano, esperando que un mensaje de texto fuera enviado. El cursor parpadeaba expectante, listo para que ella agregará más palabras y se lo enviará a Minjeong.

Encuéntrame en el Dream Cafe mañana por la mañana a las 9.

Eso no sonó demasiado raro, ¿Verdad? En todo caso, casi sonaba como si estuviera pidiéndole una cita, lo cual era —simplemente ridículo. ilógico, incluso. De todos modos, estába segura de que Minjeong sería una cita terrible— trataría de actuar con rudeza, se burlaría del interior de la tienda y despreciaría cualquier cosa que no fuera café negro amargo.

Porque eso es lo que hacían los delincuentes, según su papá. Ellos hacían un gran espectáculo al ser 'subversivos, destructivos y al no pedir disculpas'— la frase que siempre usaba en relación con Minjeong o cualquiera de sus amigos. A juzgar por su comportamiento de ayer, Minjeong se ajustaba al menos a dos de esos descriptores.

"Esto es estúpido". Jimin murmuró para sí misma, finalmente reuniendo la determinación para presionar enviar. Ella exhaló, tratando de evitar que su corazón latiera rápido. Ella no le estába pidiendo una cita a Minjeong; había una razón muy legítima para reunirse en la cafetería, una que en realidad no implicaba tomar café.

Aunque si por casualidad pidieran bebidas y se sentaran juntas, ella no se quejaría demasiado.

Despreocúpate, ella con vehemencia negó con la cabeza. Solo había tenido una conversación con ella, no había motivo para emocionarse por volver a verla. ¿Y quién podría decir que esto no era otra broma suya? Probablemente ni siquiera respondería —

Y, por supuesto, ese fue el momento exacto en que recibió un mensaje de Minjeong.

Seguro, niña de las flores :)

Bueno, esa respuesta fue mucho mejor de lo que ella esperaba. No había ni una pizca de desgana o molestia, además recibió un apodo y una carita sonriente.

Sus labios se curvaron en una sonrisa y sostuvo el teléfono contra su pecho por un momento antes de recordarse a sí misma que ¿por qué de repente se había convertido en una chica atolondrada ante la perspectiva de reunirse con Kim Minjeong?

Subversiva, destructiva, y nunca pedía disculpas.

Eso es todo lo que Kim Minjeong era. Tenía que recordar por qué estaba reuniéndose con ella en primer lugar, tenía que recordar el papel higiénico que todavía estaba atascado en las ramas del árbol, la lejía que seguía manchando el césped y matando las plantas de su jardín.

El propósito de todo esto era crear un hermoso jardín nuevo para reemplazar el que Minjeong destruyó. Ella no se iba a divertir o disfrutar de su tiempo con la compañía de Minjeong. Esto era puramente comercial. Nada más y nada menos.

Si tan solo pudiera convencer a sus nervios de eso.
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Las 9 a. m. en verano bien podría ser el amanecer, decidió Minjeong mientras se frotaba los restos de sueño de sus ojos. De algún modo, llegó cuatro minutos antes a la cafetería, a pesar de que tuvo que andar en bicicleta unos cuantos kilómetros para llegar. Se ajustó la gorra para que la visera quedará hacia atrás sobre su cabeza y se dirigió a la cafetería después de encadenar su bicicleta.

Nunca antes había estado en esta cafetería en particular y miró a su alrededor con interés. Era pequeño y elegante, con sofás lujosos y música indie suave que se reproducía a través de parlantes ocultos. La mayoría de los clientes no le prestaban atención, pero había algunos que fruncían los labios al ver sus jeans rotos y sudor en general.