OCTUBREEra sábado y Diego me invitó a tomar una taza de té en su departamento, emocionado yo acepté su oferta, me puse lo mejor que tenía para estas ocasiones y me dirigí a su dirección, vivía en un edificio bastante alto, me dio miedo apenas lo vi... de todas formas entré y pregunté por su número de habitación, luego fui y toque la puerta esperando una respuesta, la obtuve de inmediato. Diego me abrió la puerta y yo le di una sonrisa para saludarlo con mi mano, un tanto nervioso
— "Buen día... profesor Diego.."
Soltó una risita, muy tierna a mi parecer
— "No seas modesto Damián... solo dime Diego, no estamos en la escuela"
Me reí de la pena, me veía como un imbecil
— "V-Verdad... perdón"
— "No hay de que disculparse.. pasa, pasa.. el té se está enfriando"
Y seguí sus órdenes, entré a su departamento y jamás había visto una casa tan perfecta, todo estaba arreglado... bien limpio y ordenado... mi cuchitril no se compara a este bello lugar
— "linda casa..."
Me senté en la mesa para esperar mi taza, yo no soy de tomar té pero él es muy amable conmigo así que no me podía negar...
— "Oh, esto?... no es mucho, pero para mi es más que suficiente"
Me dio mi taza y se sentó a mi lado, tomé un sorbo mientras veía todo el lugar con más atención.. vivía en un departamento pequeño, sin ofender pero se nota que no suele recibir visitas... pobre..
Acabamos la sesión y nos pusimos a hablar bastante, el tiempo pasó rápido, pero cada segundo valió la pena... verlo hablar, verlo feliz... verlo en general era hermoso.. como una obra de arte.. sin notarlo, como ya mencioné, ya tenía que irme
— "Muchas gracias por invitarme Diego"
Le extendí la mano para un apretón, en lugar de eso, se lanzó a abrazarme, había más cariño en este abrazo que el primero que me dió
— "Gracias a ti por venir..."
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★ { 𝘗𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘰𝘳 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘦𝘭 } ★
RomansaMaestro conoce a maestro, sentimientos crecen Todos los personajes de esta historia son completamente originales, cualquier parecido con algo externo es pura casualidad