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Hyunjin tenía en un taper los sándwiches que había preparado para Minho, se levantó un poco más temprano de lo habitual para prepararselos y se sintió muy orgulloso al probarlos, ya que estaban muy ricos.

Si bien, podría ser algo bastante normal y cotidiano cocinar, Hyunjin muy pocas veces podía cocinar. Su madre lo protegía de más, no dejaba que haga cosas que consideraba peligrosas y por ello, casi nunca hacía cosas por el mismo.

También por esa protección de su madre, poder hacer un sándwich sin morir en el intento era un gran logro y una demostración para su madre. Era hora que entienda que podía ser independiente, que ya no era un niño y no necesitaba un cuidado especial.

Volviendo al presente, Hyunjin se estaba acercando hacía el salón de Minho. El timbre había sonado hace unos minutos ya, y él sin esperar algo salió en busca del bonito chico que últimamente no podía sacarse de su cabeza.

Por alguna razón, se sentía muy nervioso y sus manos sudaban mucho. Ya había hablado con Minho, no entendía porque estaba tan nervioso.

─¿Me buscabas? ─preguntó Minho, tomando por sorpresa a Hyunjin.

Hwang asiente y extiende hacía Minho el taper con los sándwiches.

─¿Qué es esto?

─Son los sándwiches. Si no te gustan no es necesario que los comas, puedes dárselo a alguien...

Minho no responde, destaba el taper y agarra uno para probarlo. Para su sorpresa y suerte, estaban ricos.

Igual si no estaban ricos, mucho no le iba a importar, tenía hambre así que comería cualquier cosa.

─Están ricos. ¿Los hiciste vos?

─Sí. Puedo hacerte más si querés.

─Ya te dije que no tenes que hacerlo, Hyunjin.

─Yo te dije que quiero hacerlo. ¿Por qué no puedes aceptar mis demostraciones?

─¿Demostraciones? ─repite el mayor.

─Sí. Esta es mi forma de demostrar mi interés hacía vos.

Y Minho sabía que este era el momento en donde tenía que frenarle el carro a Hyunjin, pero, no quería romper la burbuja que estaba rodeandoles, por alguna razón inexplicable, sintió algo cálido en su interior y no pudo decirle su regla de no involucrar sentimientos.

Solo le sonrió y apartó su mirada de Hwang, deseando que no note el enrojecimiento de sus orejas.

Hyunjin también le sonrió, sintiendo a la ilusión crecer más en él.

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