|Date Cuenta| ° Kota x Male Reader °

4.

Enserio se sentía un completo imbécil.

Y es que encima el pelirrojo era un imán para atraer chicos. Con su hermosa sonrisa que siempre es amable, sus hoyuelos, su risa, y sus ojos... esos ojos que siempre lo miraban a él y solo a él. Pero tuvo que cagarla a lo grande. Pero en cierta parte no era del todo su culpa, sino de sus padres que son unos homofóbicos de mierda sinceramente, no es que los odia pero desde ese día que le dijeron que ya no podía juntarse con Daiki les tiene cierto rencor.

Bueno en fin.

El timbre acababa de sonar finalizando así el día escolar de hoy, y el no sabe porque pero agarro su mochila bruscamente y siguiente tomó la muñeca de su compañero de banco, osea del menor de los Todoroki, y literalmente lo arrastro por todo el pasillo siendo el centro de atención del resto de los alumnos que los miraban confundidos y curiosos pero no pudo importarle menos. Los celos lo carcomían, no le gustaba esta sensación.

-K-Kota-kun... ehh, a-a donde me llevas? -logro formular presa de los nervios que le generaban sentir el tacto del pelinegro. No hace falta decir que además de confundido, estaba rojo, casi como el color de su cabello.

Sin responderle siguió su camino hasta el baño más cercano y una vez adentro y verificar que no hubiera nadie, acorralo al pobre chico contra la pared y pego su cuerpo al del más pequeño.

Sus respiraciones agitadas chocaban entre si, pero sus ojos solo miraban los contrarios perdiéndose en ellos. Al pelinegro de a poco se le pasaba el enojo, pero recordó el porque estaba en esa situación y entonces decidió romper el silencio.

-Quién es ese idiota y porque actúa como si te conociera de toda la vida?

-Shinso-senpai? que-

Iba a continuar hablando pero el pelinegro lo interrumpió.

-Acaso... es tu novio? -y el ojiceleste pudo apreciar como la mirada del ojinegro se ensombreció y reflejaba tristeza, pero su cara seguía neutra aunque tenia el ceño fruncido levemente. Ante el silencio del menor, que era por mera confusión, malinterpretó todo.- ya no hace falta que digas nada, mejor me largo.

Dio media vuelta para caminar hacia la puerta pero algo detuvo su andar, miro hacia buscando la causa y encontró la mano del pelirrojo sosteniendo la suya.

-E-El no es mi novio... -dijo casi susurrando.- yo no podría tener un novio, yo no podría enamorarme de nadie más que no seas tú. -con las mejillas rojas y la mirada pegada al suelo siguió hablando.- a pesar que me alejaste de ti, esos sentimientos siguen presentes cada día y aunque duela como el infierno no estoy dispuesto a renunciar a ellos. Yo lo siento, se que debería olvidarme de ti de una vez, que a ti ni siquiera te gustan los hombres... o-o yo, pero no puedo. Y me arrepiento siempre de lo que pasó aquel día, preferiría mil veces nunca haberte besado que perder tu amistad. 

No se dio cuenta cuando comenzó a temblar y pequeñas lágrimas comenzaron a escapar. Kota al verlo en ese estado hizo lo primero que se le ocurrió, lo abrazo. Un cálido abrazo que ambos necesitaban.