Quiero a mí a-niang!! Parte 2

452 46 12
                                    


¿Como era posible que el pequeño Ā-yuàn no apareciera por ningún lado? por mas que  busco por todas partes que el pequeño iba, pero ni un rastro y para empeorar las cosas el pequeño ā-Yí tampoco estaba

Sin perder más tiempo movió a todos los discípulos que no se encontraban en alguna tarea para que ayudarán en la búsqueda. Debían revisar hasta bajo la última roca de la montaña si era necesario, tan enfrascado se encontraba en sus planes de búsqueda que tardó en comprender lo que el joven discípulo que tenía en frente le decía

— Hán Guāng-Jūn atacó al gran maestro Lán, y a la corte de ancianos que intervinieron !!! — repitió históricamente el joven al borde de las lágrimas, era la tercera vez que lo repetía y por fin capto la atención de su líder, sin embargo estaba al borde de un ataque de pánico.

— pero qué demonios — murmuro antes de salir corriendo a toda prisa, poco le importaban las reglas ahora, a demás no era la primera vez desde que el pequeño desapareció que corría como alma que lleva el demonio, debía evitar que Wàng Jī sea castigado nuevamente y aún más, que no mate a todos. Luego se castigaría adecuadamente por romper las reglas, luego cuando todo esté en paz


━☆゚.*・。゚☆゚。・*.゚☆━


Desde la campaña para derribar el sol su mente y espíritu estaban curtidos para todo, o eso creía, pero allí frente suyo se encontraban más de la mitad de los ancianos del clan en un enorme charco de su propia sangre, fueron cruelmente azotados hasta casi la muerte, no había ni uno solo de sus cabellos libres del carmín liquido y más allá de pie con el latido de la disciplina en mano, el majestuoso Lán Wàng Jī se erguía incólume prístino y altivo, lentamente sus ojos se movieron de su pequeño hermano hasta el hombre inconsciente en el sucio suelo, su venerado tío se veía como si miles de hombres lo hubieran golpeado salvajemente

Al igual que el resto de los ancianos dispersos en terreno las túnicas, antes puras y pulcras, se encontraban hechos girones llenas de sangre y tierra formando un oscuro y repugnante manchón. Era tanta la impresión que solo sentía la amarga bilis subir por su garganta quemando y anunciando el próximo vomito, pero no podía hacerlo, no era el momento ni lugar adecuado para dejar en manifiesto el terror que le recorría, terror producto por su pequeño hermano menor, como pudo intento hablar luego de regresar aquel amargo liquido a su estómago, luego tomaría un te cálido para limpiar su garganta, luego, la palabra que mas se repetía en su mente en estos momentos.

Wan. Wàng Jī pero... — por más que lo intentaba las palabras no llegaban a sus labios, ni siquiera podía pensar en nada más que una sarta de maldiciones con las cuales luchaba para que no salieran — con un demonio Wàng Jī — dejo salir al tiempo que tomaba a su Didi de los hombros para sacarlo de aquel lugar — ustedes lleven a los ancianos y al gran maestro a la enfermería y al que diga lo sucedido aquí se verá castigado por la eternidad — debía salvar a su pequeño hermano, él no tenía la culpa de lo que estaba sucediendo. Solo era víctima del corazón Lán

Wàng Jī vamos debemos encontrar al pequeño ā-yuàn sí? — sabía que era ruin de su parte el utilizar al niño para alejar a su hermano de los problemas, pero no importaba. Debía hacerlo ya luego castigaría a quien debía castigar y aún más importante colocaría una nueva regla que prohíba a los niños salir sin una autorización escrita y sellada por el mismo, a demás de reforzar la entrada y cada parte por donde los pequeños bribones podían escapar.

━☆゚.*・。゚☆゚。・*.゚☆━

Líder de secta, líder secta. Llegó un mensaje desde la secta GūSū Lán — grito el pobre desgraciado que se ganaría conocer a ZǐDiàn en persona. No es como si fuera golpeando a cualquiera que se topara, sin embargo, no había sido un buen día y su humor estaba al límite. Se encontraba a escasos segundos de darle la santa golpiza cuando noto el pergamino blanco entre sus manos, sin más lo tomó apresurado

¡¡Lán  Yuàn!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora