SCALONETA, one shots

two. scaloni

parte uno

clara cuccittini conoció a lionel scaloni en 2014 cuando este aún jugaba en la antalanta bergamasca calcio y ella en la liga femenina italiana en el brescia calcio, solo uno que otro encuentro y miradas cruzadas entre ellos durante varios años, cierto era que lionel cada vez que se encontraba en el mismo lugar que la rubia no podía apartar su vista de ella. varias veces se reprendió a sí mismo, no era lo correcto. clara hacía lo mismo, no podía evitar ocultar su interés por el jugador y eventualmente seleccionador argentino, era prohibido pero eso no impedía que sus ganas de estar cerca del hombre se apaciguaran.

besos en los baños del predio de ezeiza cuando tocaba jugar con la selección y manos divagantes por debajo de la mesa fue lo único entre ellos hasta que la chica decidió irse de argentina en 2019. hasta el verano de 2022, cuando clara fue agasajada por su regreso a la selección femenina argentina, después de haberse dado de baja por problemas con el director técnico de aquel momento. esa noche en buenos aires la selección masculina y junto a scaloni y aimar habían organizado una fiesta de bienvenida para la jugadora más joven en haber ganado un mundial de fútbol con tan solo dieciséis años, en efecto clara cuccittini llevaba el fútbol en la sangre, bueno, no por nada era familia del que ella consideraba uno de los mejores de todos los tiempos.

la rubia no podía estar más feliz. había terminado de comer y estaba en la cocina de su primo junto con rodrigo lavando los trastes y demás, a pesar de las protestas de antonela —che, ¿y que pasó con el pibe con el que andabas? —le preguntó rodrigo mientras ella secaba unos vasos.

—basta, no te había contado. el pelotudo me puso el cuerno con la ex, ¿viste? —clara se encogió de hombros— igual estaba pensando en terminarle.

rodrigo chasqueó la lengua —igual si lo veo por ahí le revoleo un puñetazo —dijo bromeando, pero clara sabía que muy en el fondo el sarandiense no bromeaba ni un pelo. rodrigo la trataba como su hermana menor, a pesar de ser ella mayor que él.

—ni te molestés, ese wacho no vale un puñetazo tuyo, posta es un pelotudo —clara decía la verdad, thomas, su ahora ex, era de verdad un pelotudo en todo el sentido de la palabra —, me puede chupar la pija que no tengo, lo único que quería conmigo era entrar gratis a los partidos.

ahora rodrigo se acercó más a ella y mirando hacia los lados asegurándose ninguno de los muchachos estuvieran por ahí y muchos menos a quien iba a mencionar —¿y scaloni? posta cuando no lo mirás te mira el a vos.

otra cosa sobre rodrigo, es que sabía cosas sobre clara que nadie, sabía. y no porque clara haya meditado decirle algo como esto, solo pasó que un día muy borracha soltó todo y más sobre su pequeña aventura con lionel hace poco más de tres años después de dejar argentina y por medio de facetime. clara cerró el grifo y suspiró —no se, cuando me fui se que estaba molesto porque me fui así sin más, si no me ha dirigido la palabra es por algo. y tenía razón, si hubiese sido al revés yo también hubiera reaccionado igual. y no solo es que me fui, es que lo corté totalmente de mi vida, soy una pelotuda. ¿por que hice eso?

—no seas boluda, clarita, es muy terco pero no creo que siga molesto. seguro entendió tu situación con lo del entrenador, además, se le re nota que te quiere poner la pij- —la mujer lo cortó dándole con el trapo húmedo detrás de la cabeza, ganándose un chillido del más alto.

—¡rodrigo! —soltó una carcajada con las mejillas levemente ruborizadas mientras el hombre se sobaba la zona. de paul también empezó a reírse, su risa muriendo cuando vio a su director técnico entrando a la cocina por encima del hombro de clara.

—pero pará, que todavía falta guardar —su voz se quedó en su garganta cuando volteó a la entrada de la cocina para ver donde se iba rodrigo, sorprendiéndose al ver a scaloni acercándose a ella con otro montón de platos.