Used to ~Jb~ (Terminada)

Parte 38

Pattie entró en la habitación de Justin el siguiente martes. Ya era el segundo día que Justin se saltaba las clases.

Eran ya las diez y media de la mañana. Entró en su habitación, encontrando todas las persianas bajadas, la cama sin hacer y la ropa tirada por los suelos. Justin seguía en la cama.

Estaba tan agotado que había estado durmiendo por más de doce horas seguidas. Se había despertado hacía unos minutos, pero no se había movido de su cama.

El muchacho se giró entre las sábanas, encontrándose a Pattie en el umbral de su puerta, mirándole con toda la preocupación del mundo.

Su madre cerró la puerta a sus espaldas y avanzó hacia la cama de Justin.

"Justin...llevo días tratando de dejarte espacio y no agobiarte. Quería que fueras tú quien se animara a decirme qué ocurre. Pero ya no puedo aguantar más" le dijo su madre, tomando asiento a los pies de la cama del rubio "¿Qué ha pasado, mi niño?"

Justin sintió un dolor en el pecho al oír la voz tan preocupada de su madre. Se odió por no ser capaz de levantarse de la cama y cuidar de su familia como debía hacer. Pero no podía.

Estaba muerto por dentro. Y a cada día que pasaba la sensación de asfixia no hacía más que aumentar.

"La he dejado"

Pattie no se sorprendió, pues su superpoder de madre ya la había hecho considerar esa opción. Sin embargo; el dolor que sintió al ver a Justin así, sin querer comer ni hablar con nadie, pálido, débil, fue indescriptible.

Justin era increíblemente fuerte, siempre lo había sido. Pero aquello había podido con él.

"Lo siento. Siento estar comportándome así. Odio sentirme tan inútil, pensar que estoy dándote aún más problemas de los que ya tienes. Lo siento, lo siento" murmuró él, tapándose el rostro con las manos.

Sintió ganas de llorar cuando notó los brazos de su madre devolviéndole en cuestión de segundos.

Pattie había visto a Justin llorando en contadas ocasiones. Desde que había dejado atrás su infancia jamás le había visto derramar una sola lágrima.

Hasta ese día.

Antes de que pudiera controlarse, una lágrima le empezó a rodar por la mejilla a Justin. Y ya no pudo parar. Se escondió en el pecho de Pattie como si fuera un niño herido.

Dejó que aquella imagen de persona fuerte que había construído durante años se hiciera añicos. Empapó el jersey gris de su madre, mientras ella le acariciaba la espalda con ternura.

"Justin, te voy a preguntar una sola cosa, ¿vale?" le dijo, y el muchacho asintió, aún temblando y con las mejillas empapadas "¿La quieres?"

"Más de lo que te imaginas"

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Ashley se miró en el espejo de la discoteca, sin saber siquiera qué hacía allí.

Observó su vestido negro, que se cerraba con una serie de pequeños botones dorados por la parte frontal de su cuerpo. Su escote despejado y la falda muy corta del vestido dejaban mucho a la imaginación.

Estaba preciosa, lo sabía, pero se sentía fuera de lugar. No sabía exactamente qué quería conseguir aquella noche de jueves.

Sin embargo; estaba harta de estar tirada en su cama nueva, casi sin comer, llorando por un hombre que no había querido luchar por su relación.

Y esa noche quería olvidarse de todo. E iba a asumir las consecuencias de cualquier locura que el desamor la obligara a hacer.

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