1

51 53 11
                                    

Cassidy Stone

- Cassidy-. Murmuran una voz masculina que desconozco.

-¿Quién eres y cómo sabes mi nombre?-. Respondo, firme.

- Linda Cassidy, ¿es que acaso tus padres no te prohibieron estar fuera de casa a éstas horas porque podrían haber locos como yo con ganas de hacerte mucho daño?

No respondí.

Mi pecho subía y bajaba rápidamente, respiraba agitadamente y estaba muy nerviosa.
Iba camino a casa luego de haberme escapado para ir a una fiesta y decidí recortar un poco el camino por un callejón que daba a la calle donde vivo.
Pero ahora parecía que había escuchado a alguien. No paraba de mirar hacia todos lados buscando al que era el portador de la voz, pero seguía sin encontrar nadie más que a mí propia sombra que se dibujaba en el pavimento por la luz amarilla del farol que iluminaba de manera sutil.
Decidí avanzar rápidamente para llegar a casa, quería salir de ahí lo antes posible.
Metí las manos en mis bolsillos y seguí avanzando.
Cuando de pronto choqué con alguien, y antes de que pudiera alzar mi mirada para ver de quién se trataba...

Mis ojos y boca fueron tapados por unas manos masculinas, que definitivamente debían ser de quién me había hablado.

Sentí que el corazón me iba a estallar de lo rápido que estaba latiendo, podía sentir cada bombazo de sangre recorrer mis venas. Apenas podía respirar por lo nerviosa y asustada que estaba, cuando de pronto se acercó a mi oido a susurrar:

-Te tengo.

Desperté y me senté rápidamente en la cama con mi mano tapando mi boca. Sentía que me faltaba la respiración y podía sentir desvanecerse poco a poco mi miedo.

Había sido una pesadilla.

Una extraña pesadilla.

Volví a respirar con normalidad y me recosté nuevamente, sintiendo como mis suaves sábanas me envolvían, sintiéndose como si estuviera acostada sobre una gran nube suave. Ojalá pudiera pasar todo el día recostada, sin ningún tipo de preocupación que no fuera dormir.
Restrego mis ojos y me quedo observando el techo pensando un poco sobre la pesadilla que acabo de tener. Solo recuerdo el final y como me decía "Te tengo". Ya mi recuerdo del resto del sueño estaba desapareciendo.
Al final es solo un sueño, una cosa absurda, así que no le sentaré cabeza.

Decido levantarme y voy al baño de mi habitación, me acerco al lavamanos y cepillo mis dientes, luego entro a la ducha a darme mi baño matutino. Siento como el agua que va corriendo sobre mi cuerpo me termina de despertar. Salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y tomo otra para secar mi cabello. Salgo del baño y voy hacia mi armario para sacar la ropa que me pondré.

Bajo hacia la cocina, en el mesón está puesto mi desayuno con una pequeña nota que dice:

"Espero hayas dormido bien, tesoro. Cómete todo Cassidy, estás más delgada y así te ves horrible, pareces anoréxica y a nadie le gusta eso. Solo te digo las cosas por tu bien. Te amo"

-Mamá.

No creo que esté tan delgada, o de la forma en que dice mamá. Ella siempre exagera un poco, un poco bastante. Realmente me frustra. Ella quiere que sea perfecta, que todo sea perfecto. Quiere mantener una perfecta imágen de la familia Stone, es aburrido y frustrante vivir en un mundo de antifaces, dónde solo pueden ver tu máscara y no quién realmente eres. Años y años he sido la hija perfecta, o así quieren que parezca. Mi madre nunca me ha permitido ir a una fiesta, aún con mis 19 años, piensa que terminaré secuestrada, violada, o quién sabe qué otra cosa. No se me permite consumir alcohol, llegar tarde a casa, ni siquiera tener novio.

Un desastre llamado Dereck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora