IV

4 0 0
                                    

Estuve viendo a lo chicos jugar todo el entrenamiento, luego hicieron unos tiros a portería, Gavi metió todos los goles que tiró y luego todos se sentaron porque estaban cansados y Gavi me llamo

-¿Sabes o no?- dice mientras me señala el balón

-¿Me pones aprueba Gavira?- me levanto y voy hacia el y estuvumos haciéndonos toques con el balón

-Eres más buena de lo que pensaba

-Hombre que te pensabas- le sonrió

-No me sonrías así- se acerca a mi- si no voy a tener que besarte

-Gavi están todos mirando- le digo tímida

-Que miren- se acerca pero me alejo

-No Gavi aquí no, tengo hambre, vamonos

Me acerco a todos

-Tengo hambre, ¿cuando nos vamos?

-Nos duchamos y vamos- dice Morata

Se van todos a los vestuarios y yo me tiro en el césped mirando al cielo y me quedo pensativa. ¿Me gusta Gavi? No lo sé, lo que está claro es que me atrae, y cuando estoy con él no lo sé, me siento especial. Pero yo a lo mejor para él solo sea un pasatiempo, y yo no quiero eso. Quiero algo bonito y que dure, pero no se si Gavi quiere. No creo que quiera tener que dedicarme tiempo a mi.

-Nos vamos- dice Pedri sacándome de mis pensamientos- ¿Estás bien?

-Sisi, vámonos

-Tn no te ralles, le gustas- me dice y me guiña el ojo

-Vamos ya- nos grita Gavi

Nos vamos hasta donde está él, y mientras andábamos me vuelvo a meter en mis pensamientos

-Oye ¿Todo bien?- me pregunta Gavi

-Sisi, no te preocupes- le sonrio mientras le toco el brazo en señal de agradecimiento por preocuparse, la verdad es que tiene un brazo muy musculoso

-¿No tenías hambre? O es que te vas a quedar tocando a Gavi o a lo mejor lo que quieres comer es Pablo Gavira al horno- dice Pedri

-Cállate anda- digo y empiezo a andar delante de todos hacia el autobús

-No le mires el culo a la hermana de Pedri- dice Laporte

-Cállate- dice mientras se sonroja y todos se ríen

Llegamos al autobús y me volví a sentar con Gavi

-En qué piensas tanto- me pregunta

-Nada nada

-¿Segura?

-Sisi

-¿Me quieres comer?- me susurra al oído y no puedo evitar sonrojarme pero esta vez no voy a dejar que me controle así que me acerco a su odio

-Y si eso fuera verdad, ¿Que pasaría?- lo miro fijamente a los ojos y el hace lo mismo y bajo mi mirada a sus labios, me acerco lentamente y él hace lo mismo y cuando ya puedo notar su respiración nerviosa, me separo de él con una sonrisa

-Eres una graciosa- me dice molesto

-Ha sido una broma- le digo mientras me rio

-Hasta que no me des un beso no me hables- le beso la mejilla

-Ahi no- me dice el moreno

-¿Entonces donde?- le pregunto

-Ya lo sabes, si no lo sabes cuando lleguemos al hotel te lo explico- le sonrío y me sonrojo y apoyo mi cabeza en su hombro

-Que mona eres- me dice con una sonrisa y yo vuelvo a sonreir y noto como me acaricia la mano que la tenía apoyado encima de su pierna

Tú, yo y las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora