IX ~ Feliz viaje.

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No he visto a mi novia en todo el día, salió desde temprano con sus hermanas, irían de compras, se que no falta mucho para verla, tiene que venir a trabajar y para que comience el turno aún falta una hora.

Ale hoy tampoco se ha levantado, le pregunté si quería acompañarme a comer a casa de mis padres pero no aceptó, quizá debería intentar hablar con ella, en cuanto me acerco a su cama la escucho sollozar. Le tocó el hombro y de inmediato se gira para abrazarme.

—¿Qué ha pasado?

Durante varios minutos me cuenta todo lo que ha pasado, no tengo palabras al respecto, estoy impactada, solo me quedo la siguiente hora abrazándola mientras llora. Le dejó en claro que estaremos siempre con ella.

Mi novia llega justo cinco minutos antes de que comencemos por lo que solo la veo cambiarse rápidamente. Tratamos de mantener la cafetería en orden ahora que Paula está en su luna de miel.

Toda la tarde atendemos montones de personas, algunas me traen regalos de boda a mi jefa otras solo le envían felicitaciones, algunas más chismosas le preguntan a mi novia de cómo se siente al respecto.

No pasa nada muy relevante, al menos hasta cuando estamos por cerrar que llegan sus hermanas. 

—Hola Mackie, te puedo llamar así, ¿cierto? —Hilary habla fingiendo la voz en un tono muy extraño.

Maddie la golpea con su bolso.

—Te dije que lo dejarás.

—Tu sabes que me encanta burlarme de sus parejas querida, no sé por qué insistes —sigue fingiendo la voz.

Es como si hablara en un britanico antiguo, de los de la alta sociedad.

—¿Y Madison? —me pregunta Evie sentándose alejada de sus hermanas.

—En la cocina, si gustan ahora la llamo.

—Por favor, desde el desayuno que no la miramos —todo en mi mente se vuelve confuso.

—¿Desde el desayuno? —Hilary asiente justo en el momento que Mad me toma por el brazo.

—¿Tan rápido me extrañaron? —les pregunta sonriendoles.

—No, yo extrañaba a tu novia.

—¿Me cubres? —le pregunto a mi novia que asiente de inmediato.

Salgo casi corriendo de la cafetería hasta llegar a la florería de mi madre, está por cerrar.

—Mackie —me abre los brazos y de inmediato me acerco—. ¿Pasó algo?

—Estoy confundida, no sé qué pensar, creo que Madi me mintió —de inmediato frunce el ceño—. Me dijo que pasaría todo el día con sus hermanas, y la última vez que la miraron fue en el desayuno, Madison llegó justo antes de abrir.

—¿Ya has hablado con ella? —niego mientras ella pone mi cabello tras mi oreja—. Entonces solo pregúntale y relájate.

Me quedo pocos minutos fuera con el viento fresco chocando en mi cara hasta que mi madre me acompaña hacia la cafetería. Ya hay menos personas, solo está una pareja y las hermanas de mi novia. 

Término de atender a la pareja y cierro la puerta para después acercarme a las chicas.

—¿Puedo quedarme aquí? —todas asienten mientras mi novia me hace una señal para que me siente sobre sus piernas.

—Mack, te robaremos a tu novia por el resto de las vacaciones —la frase que proviene de Maddie me deja desconcertada.

—¿Cómo? —mi tono de voz demuestra confusión.

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