Una Parte de Mi

XlV ~ Dress

El último día del año, espero que el próximo sea mil veces mejor. En este me pasaron cosas geniales, conseguí la casa en mi lugar favorito del mundo, tengo un equipo genial con el que vamos ganando lugares en la liga y espero que podamos ganar, se que es un poco iluso para un equipo que recien comenzo, pero confió en nosotros, se que lo podemos lograr. También me gustó una chica, y ahora es mi novia, la más maravillosa en todo el mundo.

Abrimos la cafetería por la mañana, Paula nos ha dicho que ella no la pensaba abrir y que entonces parte de las ganancias serán para nosotras, se que lo hace para ayudarnos porque le contamos de los boletos que compramos hace unos días para visitar Megya, resulta que también conoce el lugar.

Madi se encarga principalmente de las bebidas y yo de atender, Asher nos está ayudando en caja porque venía de visita, como en estos días no tiene a su hermano necesita molestar a alguien, estoy yo para soportarlo.

Hay muchas personas, grupos de amigos, parejas, hay una chica al fondo sola y leyendo un libro, al parecer está teniendo una cita ella sola, lleva unos lentes algo morados pero claros, su cabello es castaño con un morado en las puntas, sus ojos se mueven con rapidez en el libro.

Cuando me acerco a dejarle su malteada de fresa leo el nombre del libro "Una parte de mi" logro leer el nombre de la autora "Amairany Ornelas", me da el sentimiento de que la conozco pero estoy segura que no es asi, tambien siento que el nombre de la persona me hes demasiado conocido.

—Disculpa —la chica me mira confundida—. ¿Quién es la autora de ese libro?

—Amairany Ornelas, mucho gusto —me ofrece su mano y la tomó demasiado confundida.

—¿De qué trata?

—Cosas irrelevantes —siento demasiadas cosas muy extrañas pero sacudo mi cabeza y vuelvo a concentrarme en mi trabajo.

Cerramos a las cuatro de la tarde, Ash nos pide un sueldo, aunque yo bromeo con que es lo que me debe por las apuestas que hace con su hermano sobre mí y acepta, aunque al final le decimos que en cuanto hagamos cuentas con Paula le daremos un sueldo. Nos despedimos de él y bajamos a nuestra casa.

Ayudó a Madi con las escaleras, su pie está mucho mejor, ya no le duele, solo estamos evitando que se lastime nuevamente, en cuanto estamos abajo me tiro muerta a la cama, siento las manos de mi novia recorrer desde la parte baja de mi espalda llegando a mi hombros y así por vario segundos.

Lo siguiente que siento es su peso sobre el mío, no todo, solo de una parte, hace mi cabello a un lado y deja un pequeño beso en mi cuello, eso me eriza la piel, ese beso va seguido de otro, y otro, y otro, hasta que esos pequeños besos aumentan y ya no son tan pequeños, sus labios se deslizan sobre mi piel, mis ojos están cerrados, disfruto de cada mínima cosa que ella produce en mí, mis hormonas se alteran y cada parte de mi pide aún más.

De pronto detiene todo, se aleja por completo de mí, estoy por levantar la cabeza en busca de ella pero siento un golpe en mi culo, fue fuerte. Me giro rápidamente a ella y ya está toda roja.

—Lo siento, siempre he querido hacerlo —me río porque está más roja de lo que alguna vez la he visto, se molesta porque me estoy riendo y me lanza una almohada a la cara—. Te pondrás el vestido que te regale en navidad, yo me iré a dar una ducha.

—Sigo esperando la invitación —le gritó una vez que ya está en el baño.

—Pues así te quedarás —escuchar su tono de voz molesta me hace reir—. Te quiero.

Esas últimas palabras las dice antes de correr hasta entrar al baño, en cuanto salga la besaré y le diré que la quiero mucho más. Ella tomara una ducha y yo decido tomar una siesta, estoy demasiado cansada para hacer otra cosa.