Lo único que Eunseo quería era ser feliz, ¿Era mucho pedir? No entendía porque a veces la vida era tan injusta como para no cumplirle al menos uno de sus muchos sueños, sueños que con el paso del tiempo se fueron apagando hasta extinguirse por compl...
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OO4.¡ SOLO LA VERDAD !
Eunseo balanceaba sus piernas mirando hacia todos lados buscando rastro del chico que hace aproximadamente unos quince minutos había desaparecido diciendo que iría a buscar algo y le esperara ahí. No sabía porque lo hacía, pero ella le hizo caso, cuando al parecer él la abandonó.
Miró por última vez el camino por el cual el chico se fue, pensando si debería irse o no.
Otra vez aquella incógnita de como el tal Jeon sabía acerca del maltrato en su familia, y que clase de persona era, se hizo presente en su mente.
Soltó un suspiro antes de levantarse y justo antes de caminar un solo paso recordó que aún tenía puesta la chaqueta del chico, es por eso que comenzó a quitársela para dejarla en la banca donde anteriormente estaba sentada. Estuvo descubierto de nuevo, y ahí sintió el frío que según ella había desaparecido.
Le recorrieron unos escalofríos, debía apresurarse a casa.
— ¿Estabas pensando en irte? —apenas y había caminado dos pasos cuando aquella voz ronca la detuvo haciendo que se gire un poco en dirección de dónde escuchó. El chico venía con una bolsa blanca entre sus manos a paso firme—. Te dije que me esperaras
— E-es que pensé... Pensé que te habías ido —se excusó.
Él no contestó y la miró por unos breves segundos antes de apartar su mirada para dirigirla hasta donde se encontraba su prenda de ropa.
— Al parecer se te fue el frío
— Es que ya me iba y tampoco podía llevar... —se cayó cuando el pelinegro volvió a colocar la chaqueta negra encima de sus hombros, tal como hizo anteriormente.
— Siéntate —le ordenó señalando la banca.
— Sí —solo obedeció sin chistar, lo que hizo al chico suspirar pensando que tal vez se negaría, pero al parecer Eunseo estaba dispuesta en acatar cualquier cosa que le ordenara.
Una vez estuvo sentado, Jeon dejó la bolsa a su lado buscando un par de cosas en esta, para después arrodillarse frente a ella que le miró sorprendida por la acción.
— ¿Podrías... Levantar un poco tu pantalón?
— ¡¿Qué?! —se exaltó la chica.
"Oh Dios, después de todo si era un pervertido."
Observando el rostro asustado de la chica, Jeon se dió la tarea de aclarar antes de que saliera huyendo de él.
— Solo hasta las rodillas, prometo que no haré nada raro —habló rápido. Eunseo le dió una mirada no muy convencida—. Por favor —y otra vez Seok volvió a sorprenderse, pues su voz había cambiado totalmente a una más suave y baja.
Tragó saliva y después de haberlo pensado, comenzó a subir poco a poco su pantalón, el chico decidió voltear su vista hasta que terminara.
