Los días pasaron y me pediste tus últimas cosas, tuve que volver a buscar, estaban por toda la casa. Tomar cada una de ellas fue como abrir pequeñas heridas.
Las tome y las puse en una maleta, a pesar de todo el dolor que sentí lo hice deseándote lo mejor, escondiendo pequeñas notitas para ti, con palabras de cariño y aliento, sabía que podrías extrañar todo lo que compartimos, quizá sentiste algo parecido a lo que había sentido. Te animé a ser valiente, aún cuando yo no lo era.
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El día que ella se fue.
KurzgeschichtenNotas de una de las partes del duelo de una separación. créditos a quien haya dibujado la portada.