Nada

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Paso una semana, no estaba segura de querer volver a la escuela. De alguna forma sentía que ellos tenían la culpa, tal vez si hubieran sido lindos con Emma no hubiera hecho lo que hizo.

Papá obviamente tenía que seguir trabajando y mamá no sabía cómo acercarse así que mis hermanos se convirtieron en mis médicos de planta.

- deberíamos jugar un videojuego - propuso Heavy -

- ¿Para que? Siempre me ganas - respondí sonriendo -

- no - respondió Heavy - te dejare ganar okey?

- está bien - dije - ve por ellos

El me hizo caso y Dee se sentó a mi lado.

- eres una mentirosa - susurro -

- déjalo - respondí riendo -

Se que intentaba demostrarme su apoyo. Por lo menos el lo intentaba.

- un chico pregunto por ti - dijo de repente -

- ah, si? - respondí restándole importancia -

- si el chico que...

- Dee no quiero regresar a la escuela - lo interrumpí - por ellos Emma hizo lo que hizo

- no digas eso - respondió Dee -

- si yo la hubiera defendido, tal vez no...

- no, T/N - dijo Dee - no juzgues por lo que pudo haber sido

Me miró con su mirada inexpresiva que tanto lo caracteriza pero en el fondo se veía que le dolía verme así. Intenté sonreír y tuvimos una tarde tranquila con los videojuegos pero de noche un sentimiento de enojo o tal vez rabia se apoderó de mi.

Había una chica de mi clase que se especializaba en fastidiar a Emma. Sentí que le debía a mi amiga hacer algo, debía enfrentarla y preguntarle si estaba feliz con el hecho de que Emma no volvería nunca. Me vestí y salí de mi casa, agradecí que mis padres siempre nos dieran libertad para salir.

Angela la chica de quién les hablo fuma marihuana así que sabía dónde encontrarla.

El lugar era un pequeño callejón en el que varias veces fui invitada a fiestas. Entre al lugar y me recibió una chica tatuada.

- ¿cuánto quieres? - pregunto -

Ni siquiera sabía exactamente que iba a comprar. No sé porque pero tomé dinero de mi billetera pero antes de que pudiera dárselo a la chica aprecio quien menos pensaba.

- ¡Hola! - saludo Chess alegre - ¡T/n! Ahora te escapas en la madrugada igual que tú hermano?

- hola tío chess - saludé nerviosa - amm yo estaba...

- si, si tu padre me dijo que querías una nueva perforación - respondió tranquilo - que bien yo también quiero una yo invito

Le dio su dinero a la chica quien fue amable en no delatarme y terminé con una perforación nueva. No hablamos mucho en el camino a casa hasta que apunto de dejarme en la casa me dijo.

- escucha, se que eso de tu amiga es duro. Pero créeme que está no es la salida, no sirve de nada, ni hace nada más fácil, todo lo contrario...

- ¿Cómo me encontraste? - pregunté interrumpiendo -

- esa cabeza roja tuya es inconfundible - respondió - volviendo al tema yo ya pasé por eso y no te lo recomiendo

- le dirás a papá de esto? - pregunté avergonzada bajando la cabeza -

- yo no ví nada - dijo con una mirada de cómplice -

- gracias - respondí sonriendo de lado -

- de nada ahora a dormir - ordenó -

Entre a mi casa y Dee también iba entrando nos miramos como si hubiéramos hecho una gran travesura y cada quien se fue a su cuarto sin decir nada.

Los días pasaban, pero yo no los sentía. No pensaba en que haría al día siguiente, solo dormía.

No tenía ganas de nada. Solo revisaba la hora en mi teléfono.

Comía porque si no lo hacía todos enloquecían recordándome porque debía comer.

Los días se sentían monotonos, vacíos...

 T/N La hija mayor Metal family Donde viven las historias. Descúbrelo ahora