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Bajé mi mirada a mis pies, los cuales estaban siendo salpicados con agua.

Se había soltado una lluvia nocturna, y mientras esperaba el autobús, más de un pervertido trato de convencerme de llevarme a casa, lo cual sólo me irritó y molesto. Miré a ambos lados, verificando que aún no viniera el autobús.

—Maldición, quiero irme a casa ya— Me quejé, pegando un taconazo en la banqueta.

El sonido de un motor casi como los de carreras, me llamo la atención, haciéndome girar mi mi cabeza hacia la izquierda, fue entonces que pude ver el auto del señor Jeon venir a la lejanía. Maldije a mi mismo por haberme atrevido a casi, tener sexo con él. Ni siquiera sabía cómo iba a mirarlo a la cara, así que con toda y mi vergüenza, empecé a caminar bajo la lluvia, tratando de perderme de vista y que no me fuera a ver.

Mis pies empezaron a sentir el agua, ya que, está se estaba metiendo sin mi permiso a mis zapatillas. Bufé molesto, mi cabello se había empapado por completo.

Iba tan concentrado en lo mojado que iba, hasta que escuché un pitazo a mi lado, haciéndome brincar del susto y poner una mano en mi pecho.

—¡Maldición, casi me mata!— Le grité.

La ventanilla del copiloto bajo y pude ver su rostro con una sonrisa en él. Al muy idiota le hacía gracia mi susto.

—Sube, te llevo— Ofreció.

—No, gracias... ya estoy por llegar— Negué. Sabía que lo pasaría sí yo subía a su auto, no es como sí no quisiera, pero, creo que íbamos muy rápido.

—¡Sube!— Ordenó, la sonrisa en su rostro se fue y le dió paso una mala cara. Mi cuerpo tembló y no sé si fue por su mirada o por lo mojada que estaba en este punto.

Bufé. No tenía de otra.

Camine hacia la puerta, la abrí y entre, mojando el asiento, cerré la puerta y arrancó.

—Moje su asiento, una disculpa por eso— Dije.

—No te preocupes— Dijo.

Él manejaba tranquilamente, mientras yo miraba el paisaje, hasta que sentí un escalofrío y temblé en mi lugar, Jeon lo notó.

—Estas todo mojado.

—¿En serio? No me había dado cuenta— Solté. Él me miró con una sonrisa de lado.

—Deberías quitarte la ropa, te puede hacer daño— No pase por alto su tono coqueto y la mano posandose en mi rodilla.

—Bien— Solté.

Saque la camisa blanca de seda de adentro de mi pantalón y la desabotone, me la quite, quedando sin nada en la parte superior, cuando estaba por quitarme el pantalón, noté como Jungkook daba vuelta a la esquina, y se detuvo en un lote baldío. Lo miré.

—¿Qué hacemos aquí?— Pregunté.

Él me miró y pude notar el cambio de color en sus ojos. Mierda, su Alfa.

Su mirada repaso mi pecho desnudo, y sin pudor alguno, paso una mano por detrás de mí nuca y me jaló hacia él, empezó un beso algo, salvaje y voraz.

Claramente no estaba poniendo nada de resistencia y también le seguía el beso. Con su otra mano libre, tomo una de mis tetillas y lo apretó, sacándome un gemido. Lleve mis manos hacia sus hombros, y lo jale mí.

No sé cómo, pero logré quedarme de rodillas en mi asiento, mientras Jeon me devoraba la boca y una de sus manos me quitaba el bóxer dejándolo en el piso de su auto. Su mano volvió a subir por mi pierna, hasta llegar a mi masculinidad, una vez ahí, acaricio mi miembro, haciéndome gemir contra sus labios.

Alfa + Omega = Desastre - KookV - Omegaverse 《ADAPTACIÓN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora