—¡Adiós, A-Yuan! —Se despide con una sonrisa, corriendo hasta su madre.
Ella, curiosa mira al pequeño que jamás ha visto antes. Es tierno, tiene su cabello negro tan oscuro como la noche y su piel es blanca, tiene rasgos finos. Es de tamaño pequeño. Y esta abrigado de manera adorable con una chaqueta de felpa azul.
—¿Y él quien es, cariño? —Le pregunta a su hijo, aún curiosa. Ella conoce a todos los compañeros de su hijo, y no se ve muy grande para ir un curso más arriba.
—Un compañero nuevo, ¡es muy inteligente, mamá!
—¿Mhm, en serio? —El pequeño asiente, genuinamente asombrado.
Luego de que llegan a casa, la madre curiosea en el chat grupal sobre el niño nuevo. Todas dicen, al parecer, que sus hijos han quedado encantados con el pequeño inteligente. Hablan sobre su nombre y si será nuevo en la ciudad.
El único padre del grupo les pide que dejen al pobre chico en paz. Ellas lo ignoran, él es muy gruñon. Y su hijo un revoltoso, aunque tierno y educado, pero no le quita lo antipático a su padre.
Al día siguiente, las madres se juntan al dejar a sus hijos para ver si consiguen más información del misterioso chico nuevo.
Jadeos de sorpresa se llevan cuando el papá gruñon llega de la mano del pequeño, quién va muy alegre escuchando al otro chico hablar sin parar.
—Cuídense y sean buenos, ¿mhm? —Ambos asienten y se despiden con besos y abrazos.
Las madres se acercan, para nada disimuladas.
—¡Wanyin! —Llama una de ellas, quién no pasa desapercibido el bufido del hombre. —¡Conoces al pequeño!
—Claro que lo conozco. —Resopla, cruzándose de brazos. —Es mi sobrino.
Y más jadeos de sorpresa. No logran preguntar más porque Wanyin se retira con rapidez.
¿Su sobrino? ¡Pero su hermana solo tiene un hijo y es años menor! ¿Acaso tiene más hermanas? ¿O hermanos?
Tal vez sea sobrino de su esposo.
Aunque tampoco es que conozcan mucho de aquél hombre tan sonriente.
Hacen un grupo aparte, y vuelven a hablar sobre el misterioso chico. Una de las madres más jóvenes dice que investigará las redes sociales de Wanyin.
Regresa unas dos horas después, con fotos del hijo del investigado y el chico nuevo. Hay cuentas etiquetadas pero son privadas.
Así que, se rinden con las redes sociales y esperan una semana más para tener noticias o averiguar algo.
Es el día lunes, después de que ya dejaron a sus hijos, cuando se juntan a esperar y lo que ven las deja maravilladas.
Un hombre. No, es un Ángel. ¿O un Dios?
Cabello negro, largo y amarrado en una coleta divertida. Unos jeans ajustados, tal vez demasiado ajustados para ser legal. Un jersey y una sonrisa tan amplia que opaca al sol. Rasgos ligeros y finos, ojos oscuros.
—¡A-yuan, cuídate y sé bueno! —Se despide de un fuerte abrazo y el pequeño se va todo sonrojado y con una sonrisa.
Ninguna pierde el tiempo y se acercan como serpientes sigilosas para acorralar al hombre caído del cielo.
—¿Es usted el padre del pequeño? —Pregunta la más joven, alzando una de sus delgadas cejas.
—¡Ese soy yo! —Asiente, con una risita que deja sin aire a más de una. —Soy Wei Wuxian, un gusto.
Y todas comienzan a presentarse, hablando maravillas de A-yuan, sus modales y su inteligencia. El padre se ve satisfecho y orgulloso.
Se despide con una sonrisa. Y ese día, el chat grupal estalla de manera incontrolable con preguntas hacia Jiang Wanyin.
¿Por qué nunca mencionó tener un hermano tan guapo? ¡Que mal ser humano!
Jiang Wanyin protesta al profesor quién debe arreglar la situación y todo se calma un poco.
La semana entera las madres curiosean un poco más de la vida del padre. No siempre logra decir mucho, pues tiene un trabajo y casi siempre va tarde porque se distrae mucho en el camino.
Pero logran tener más información.
Resulta que es mayor que Jiang Wanyin, tiene veintisiete años, se mudó hace poco porque extrañaba a su familia y quería que A-Yuan creciera cerca de sus primos. Las madres lo ven con ternura cuando dice aquello.
También tiene varias galerías de arte, muchas de ellas las tiene con un tal Nie Huaisang. Ese es su trabajo, y estudió para ser profesor de arte.
Trabajo en eso pero lo dejó cuando A-yuan empezó a necesitar más tiempo con él.
Dos semanas después, cuando llegó la hora de la primera reunión del semestre, la más afortunada que logró acercarse lo suficiente, ¡notó que no llevaba anillo!
Bendición caida del cielo. El padre del pequeño estaba soltero.
Probablemente.
Bueno, lo creen así porque les dieron una misión a sus hijos; preguntarle a Yuan el nombre de su madre.
¡Y el pequeño dijo que no tenía madre!
Es triste sí, pero ellas están totalmente dispuestas a pelear por ese puesto.
No dejaron a sus hijos terminar la oración y las solteras se maravillaron con la idea.
¿Era ésta la oportunidad de sus vidas?
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¡El papá de A-Yuan!
FanficEn el colegio, hay un niño nuevo. Totalmente encantador, piensan las madres, educado, caballero y adorable. Su madre debe ser maravillosa, dice una de ellas. Todas están de acuerdo. Pero oh, ¿es ese el papá de A-Yuan? ¡Que maravilla! ¿Y ha dicho e...