El beso de la muerte

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Al día siguiente, se escuchaban murmullos y golpes en el departamento, haciendo medio despertar a Akiko, tomó su teléfono viendo la hora con un ojo abierto y el otro cerrado, era demasiado temprano, al escuchar mejor se dio cuenta de que era Miri, quien estaba golpeando la puerta de la habitación de Kazuki, subió las escaleras frotando sus ojos

-Miri ¿qué haces despierta tan temprano? -habló con un tono de sueño-

-Es que quiero hacer pipí -respondió haciendo el gesto de aguantándose las ganas- y quería pedirle a mi papá si me llevaba 

-Kazuki está dormido, yo te llevo -ofreciendolé la mano, la pequeña la rechazó- ¿por qué no quieres ir conmigo?

-Quiero ir con mi papá -exclamó molesta haciendo un puchero-

Sin remedio alguno, la chica golpeó la puerta de la habitación, sin respuesta alguna abrió cuidadosamente la puerta, asomándose por el pequeño agujero que tenía a la altura de como estaba abierta la puerta, pudo ver al rubio durmiendo plácidamente, se acercó a la cama y lo movió

-Kazuki -habló- despierta, Miri quiere que la lleves al baño- sin respuesta alguna, lo siguió moviendo, hasta que se le ocurrió la idea de poner la alarma de su teléfono para despertarlo, cuando sonó la alarma, el rubio se sobresaltó- hasta que al fin despierta la bella durmiente -bromeó-

-Akiko ¿qué haces en mi habitación? -respondió aún medio dormido-

-Déjame pensar, por un descuido de ayer nos llevamos a una niña de 4 años con nosotros y ahora tomamos la labor de cuidarla -habló sarcásticamente- y al parecer solo quiere estar contigo porque dice que eres su padre y ahora mismo te está esperando afuera para que la lleves al baño -lo levantó de la cama bruscamente- ahora no pierdas tiempo y lleva a tu "hija" al baño

-¿No podia ir contigo? -respondió saliendo de la habitación-

-Al parecer tiene un apego emocional hacia ti, y por ende, me detesta -dijo bajando la escalera junto a Kazuki mientras llevaba a Miri en sus brazos-

-¡Ve, buena suerte! -respondió lanzandola al baño-

-¡Idiota! -golpeó a Kazuki en la cabeza- ¡¿Cómo se te ocurre lanzar a una niña de 4 años así?! -Miri se asomó por la puerta pidiendole a Kazuki que la ayudara porque no alcanzaba, así que entró con ella al baño, dejando a Akiko afuera del baño-

Al cabo de un rato, Kazuki estaba preparando el desayuno para Miri y Akiko, la pequeña estaba encantada con la casa de su papá, Akiko estaba sentada en el sofá leyendo el periódico

-Al parecer nuestra jugada se volvió tendencia -exclamó mostrándole el periódico con la noticia titulada: Tiroteo en Navidad- por cierto, ¿no levantarás a Rei? Ya es bastante tarde y no ha tomado desayuno

-Es verdad -Miri avanzó con una silla hacia donde estaba Kazuki- ¡¿Qué estas haciendo?! -respondieron alterados los dos-

-Quiero ayudarte con el desayuno -insistiendo y haciendo que los 2 empezaran a regañarla, hicieron que Rei saliera del baño, levantándolo de aquel sueño profundo-

-¡Rei, llegas justo a tiempo! -habló Kazuki dándole a Miri- Miri, juega con tu papá Rei -ordenó-

-¿Papá Rei? -preguntó dudosa-

-No soy tu papá -aclaró friamente-

-Entonces, ¿mi tío? -preguntó nuevamente-

-Sólo dime Rei -dijo el pelinegro- ¿por qué no juegas con tu mamá Akiko? -preguntó viendo a la pelinegra-

-¿Qué? -respondió la chica con nerviosismo- a mi solo dime Akiko-san -le aclaró a la pequeña, mientras que Kazuki avanzaba hacia donde estaban-

-Tu "tío" tiene muchos juegos. Jueguen juntos los 3 -ofreció el rubio mirando a Rei-

Juego de asesinos (Kazuki x lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora