El que nada busca, nada encuentra

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Era temprano y se sentía que alguien hablaba en el piso de arriba, la pelinegra se levantó como pudo y al subir las escaleras vio a Miri despierta hablando con Rei quien estaba usando el tipico traje que usaba para las misiones

-Akiko-san convence a papá Rei que no se vaya a su segunda casa -decía la pequeña aún media dormida-

-Es mejor que vaya ya que tiene que hacer unos asuntos importantes ¿no es cierto Rei? -este solo asintió mientras Kazuki veía como bajaba las escaleras-

-¿Será qué fue a ver a su papá? -dijo en la esquina de la puerta-

-Igualmente tenemos trabajo que hacer ¿no es cierto Miri? -exclamó-

-¡La misión fiesta sorpresa de papá Rei comenzó! -anunció emocionada-

-Pero antes de todo debemos desayunar -dijo el rubio-

-Es verdad -tomó a Miri en brazos y bajó con ella a la cocina- ¿qué quieres desayunar hoy, Miri?

-¡Galletas con miel! -respondió-

-Entonces eso desayunaremos hoy -sacó de la alacena un bowl y del refrigerador los ingredientes que utilizaría- anda a buscar a Kazuki para que ayude a poner las cosas en la mesa

-¡Claro! -la pequeña fue subió las escaleras para buscarlo mientras la pelinegra batía los ingredientes-

-Han pasado dos meses después de lo sucedido y todo parece normal con Kazuki aunque me pregunto porque ese drástico cambio conmigo -no había notado que Kazuki ya había llegado cuando dijo eso en voz alta- ¿ya está todo listo verdad?

-Si -fue a donde estaba y le ayudó con la masa de las galletas- quería comentarte algo que nunca te dije respecto a cuando me encontre con Karin

-Me lo dices después de dos meses pero bueno, ¿qué te dijo? -preguntó con curiosidad-

-Me dijo que encontrara mi propia felicidad y que siguiera adelante sin importar lo que pasara -Akiko sonrió-

-Eso es bueno y espero que la encuentres muy pronto porque lo mereces -respondió-

-Gracias Akiko -puso una mano en el hombro de la pelinegra-

-De nada -sonrió-

-¿Ya están listas las galletas? -preguntó ansiosa la pequeña quien se afirmó de la pierna de Akiko-

-Kazuki me alcanzas el guante de cocina para abrir el horno porfavor. -este obedeció y se lo dió para así poder ver que estaban listas- A sentarse porque ya están listas

-¡Sí! -la menor corrió a sentarse mientras Kazuki llevaba el pequeño frasco con miel a la mesa-

-Ten cuidado ya que están un poco calientes -le dio una servilleta- recomiendo que la tomes con esto

-Gracias Akiko-san -exclamó llevándose la galleta a la boca y solo por la expresión que hizo se notó que fue de su agrado- ¡están deliciosas!

-Que bueno que te gustaran Miri -sonrió levemente- ahora hay que apurarnos para poder ir a comprar las cosas para la fiesta sorpresa para Rei 

-Es verdad -dijo el rubio mientras comía una de las galletas y bebía un sorbo de café-

Después de una hora ya estaban en el supermercado buscando los ingredientes para el pastel y mientras recorrían los pasillos del supermercado Miri empezó a preguntar cosas acerca de dónde estaba Rei

-¿Entonces Papá Rei tiene dos casas? -preguntó curiosa-

-Se podría decir que si -respondió la pelinegra- pero esa era la casa donde vivía con su papá

Juego de asesinos (Kazuki x lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora