Querida mía.
Oírte hablar era un atajo que tomaba para tirarme al barranco. Sí, en mi perdición.
Para mí todos tus tonos eran tan bonitos y elegantes que se tornaban en el significado de "suntuoso".
Desde que te gusta el amarillo dejó de ser un color común, pero comprendo actualmente que dejó de ser común para ti y ya no para mí. Te tornas en el tono de verde en mi sueños, quiero que seas tu esperanza, tengas salud. Quiero seas tu vida entera porque tú fuiste el cielo para este mar.
La manera en la que se comporta dejó de ser una duda, porque la cortina que no me dejaba ver se abrió para que me diera cuenta que no protagonizaba un buen acto en tu show.
Mi amor dejó de quedar en ti, ya no le permito que sea para ti. Quizá es mejor no conocer más tu accionar. Me sacaste de la metanoia, sé que entre tú y yo nada más va a pasar, los recuerdos de la hipofrenia son claridad.A ti, mi cielo, ¿Qué color te gustaría que fuera yo?
Antes tuya, la flor margarita.
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A mí amada, amarilla.
PoetryUn poco más allá de lo poco que duró y lo mucho que no pude decir.