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Las dos chicas caminaban tranquilamente por los pasillos de la escuela, con la intención de dirigirse algún lugar que fuera agradable y sobre todo tranquilo para pasar el rato y disfrutar de su almuerzo.

—¿Te regañó el profesor? —preguntó la pelinegra, observando curiosa.

—Solo me dijo que no causará problemas —se encogió de hombros.

—Esa oración no está en el vocabulario de la problemática Jinx —comentó Aria entre unas cuantas risas, mientras deslizaba sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón

—Exactamente nena —le guiñó el ojo con algo de coquetería.

Ambas rieron nuevamente, llegando a una banca situada bajo un árbol con suficiente sombra, el clima era totalmente agradable y Jinx no tardó en tomar asiento. Disfrutando del ligero viento que mecía las ramas y asía que algunos mechones de su cabello revolotaran al igual que la larga melena azabache de su acompañante, lo que le parecía un manto oscuro. Sin poder evitar pensar ¿Qué maldito shampoo utilizaba esa mujer para que su cabello brillara de esa forma?

—Ekko está tardando —la pelinegra observó los alrededores en busca del susodicho.

—Seguro que está peleando como un perro rabioso su tan amado emparedado —Observo su propio cabello con duda, pegruntandose si seria buena idea cambiar de productos capilares, mientras de igual forma imaginaba lo dicho sobre el moreno. Causándole gracia.

—Eso no lo dudó —llevo su mano hasta su negro cabello, pasando unos molestos mechónes rebeldes detrás de su oreja. La idea de cortarlo en ocasiones era tentadora.

—Hey mira —señalo a una chica de apariencia familiar que se encontraba sentada en el pasto verde, disgustando de sus alimentos—. Esa es Lux ¿Cierto?

—Creo que te estás quedando ciega Jinx —dijo mientras escudriñaba la mirada en dirección de la rubia—. Obviamente que es Lux.

No tardó en mirarla de mala manera por su pobre, pero ciertamente graciosa broma. No es que tuviera problemas de visión si no que era muy distraída y mala para reconocer personas a distancia a excepción de sus dos amigos que eran claramente fácil de encontrar o ubicar en cualquier lugar por sus peculiares apariencias.

—Esta almorzando sola —fue ahí cuando pensó un momento—. ¿Qué tal, si la invitamos a comer con nosotros?

Aria parecía considerar la propuesta y para ser sincera no le pareció una mala idea, por lo que, le dedicó un asentimiento de cabeza y una ligera sonrisa en repuesta a su propuesta, ya que Lux parecía ser agradable y nunca había mostrado rechazo o una mala actitud hacia ellos.

—Esta bien, siempre somos solamente nosotros tres —tomó asiento junto a ella pues había permanecido parada hasta el momento—. Creo que hay espacio para una más.

Jinx no pudo evitar sonreír complacida con las palabras de su querida amiga y sin perder más el tiempo, no dudo en levantarse de su lugar he ir en dirección de la rubia mientras gritaba su nombre.

—Lux —gritó con entusiasmo, captando la atención de la mencionada. Le hizo un ademan con la mano, dándole a entender que se acercara.

La joven se levantó de su asiento un tanto extrañada por lo sucedido. tomó todas sus cosas entre sus manos y caminó en dirección a la chica que se había detenido a una cuanta distancia mientras la esperaban con tranquilidad.

—¿Pasa algo Jinx? —preguntó un tanto confundida, pues ellas rara vez tenían la oportunidad de hablar, más que para algunas situaciones que se presentará en clase.

—Si, pasa y es que acabo de notar que hemos hablado muy pocas veces —sonrió amigable, para darle confianza a la rubia, lo que parecía funcionar.

—Bueno eso es comprensible, ya que tú eres una problemática y ella es más tranquila —comentó Aria en broma.

Alumna CaóticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora