XVII: Epílogo II

564 74 5
                                    

—¿Realmente lo harás? ¿Después de cuatro años? —preguntó una vez más el pelinegro mientras seguía al castaño de un lado a otro— Es tu padre, SooBin...

Se detuvo y guardó silencio unos segundos—: No HeeSeung, no es mi padre. Es un asesino —respondió antes de continuar con lo suyo.

—SooBin...

Sin embargo el castaño no lo escuchó y salió de la habitación.

[ choi beomgyu. ]

—Ese hombre que ven ahí, asesinos a una familia a excepción del hijo, quien afortunadamente o desafortunadamente estaba afuera ese día. Sin embargo, él se encargó de llevarlo a la cárcel y culparlo de eso. Por supuesto, también le pagó al juez y al fiscal de aquel entonces para que llevaran a Choi BeomGyu a la muerte —miró a su padre—. Si bien él dice que no se manchó las manos, sabe perfectamente que sí.

—Con todo el derecho, su señoría —habló el abogado de su padre— ¿Por qué habría de creerle? El caso del CEO Choi quedó resuelto hace más de cuatro años y se demostró que el hijo, Choi BeomGyu fue el culpable —miró al castaño— ¿Por qué ahora, cuatro años después vuelve a sacar un tema que ya fue enterrado? Si tuvo las pruebas antes ¿Por qué esperar tanto tiempo para sacarlas?

—¿"Por qué"? —soltó una risa— Le diré el porqué —se acercó a la mesa donde se encontraba su padre y el abogado de este, se inclinó hasta ellos poniendo sus manos en el escritorio—. Si no revélenlas pruebas hace cuatro años fue porque quería ser yo mismo quien metiera a este asesino a prisión.

—¿Con qué fin? —preguntó otra vez el abogado antes de ponerse de pie, gracias a eso el castaño se alejó— Kim SooBin, usted es el hijo de mi cliente ¿cierto?

—Los vínculos no tienen nada que ver aquí, señor Seo —frunció el ceño ante las palabras del mayor.

—¿Por qué le hace esto a su propio padre? ¿Acaso es un berrinche más? —el castaño soltó un pequeño quejido.

—¡Él no es mi padre! Es un asesino más, un asesino que dejó meter a la prisión a toda costa porque ese es mi trabajo —respondió frunciendo el ceño sin dejar de verlo.

—¡Sigue siendo tu padre!

Le interrumpió.

—¡Bien! ¿Tanto quiere hablar de vínculos? Le hablaré de vínculos ¡Aquel señor, es mi padre! —señaló al dicho y puso su vista en él— Mi querido padre asesinó a la persona que yo amaba, a la única persona que podía hacerme sentir bien conmigo mismo, a la única persona que yo quería y necesitaba en mi vida ¡Asesinó a Choi BeomGyu! —dejó de señalarlo— ¿Qué se sintió papá? ¿Qué se sintió verme aquel día de su juicio aferrado a esa idea de estar con él? ¿Te divertiste? Seguro fue así ¡Seguro te divertiste al verme tan ilusionado por un chico al cual ibas a matar después!

SooBin se acercó hasta el mayor para hacer contacto visual tras haberse inclinado a él ya que se encontraba sentado. Continuó.

—¿Fuiste feliz con tu estúpida empresa, con el poder que obtuviste a cambio de vender mi felicidad? Porque eso hiciste, vendiste lo único que me hacía feliz —sonrió forzadamente—. Te dije que me encargaría de que vivieras el resto de tu vida con eso... sin embargo —se alejó de la mesa y se dirigió hasta el otro lado donde estaban las pruebas—, no creas que hago esto por ti papá, lo hago por Choi BeomGyu, le prometí algo y pienso cumplirlo.

Miró a YeonJun quien estaba en el público, por supuesto junto a él estaba SuNoo y TaeHyun. Con ellos dos nunca volvió a hablar por "problemas" que tuvo con ellos, no los odiaba, tampoco les desagradaban, solamente su último encuentro había terminado de una forma incómoda.

[ choi beomgyu. ]

—SooBin.

El castaño volteó, era SuNoo. Después de varias semanas sin verlo en la universidad, por fin había vuelto, no era algo que le importaba, sino que al ser cercano a BeomGyu, suponía que no pudo manejar la situación tan bien. Le hizo una señal a HeeSeung quien no tardó en salir del aula sin siquiera mirar a SuNoo. El último nombrado entró y cerró la puerta.

—SuNoo, hace tiempo que no venías ¿Te encuentras bien? —no hubo respuesta ante esa pregunta.

—SooBin ¿Por qué tú? —el castaño frunció el ceño confundido— ¿Qué tienes tú que BeomGyu no vio en mí? Yo lo conozco más, yo estuve más tiempo con él que tú —las lágrimas invadieron sus mejillas.

—¿Tú estabas enamorado de BeomGyu? —cuestionó sorprendido.

—¿Sabes cuánto tiempo soporte verlo con TaeHyun? —alzó su tono de voz— ¡Soporte demasiado, no es justo que hayas llegado tú para alejarlo de mí como lo hiciste!

—En ningún momento lo aparte de ti, SuNoo —Se defendió, esta vez un poco molesto.

Mostró una leve sonrisa perdida en sus propios pensamientos, se dejó caer al suelo de rodillas y observó el azulejo.

—Odio en hecho de que mi pequeño Beomie se fue con sentimientos hacia ti, Kim SooBin...—subió su vista hasta mirarlo.

[ choi beomgyu. ]

—¿Qué haces aquí? —preguntó un tanto extrañado al ver al pelinegro frente a su puerta con una expresión de dolor, quizás decepción.

—Que irónico...—rio— lo primero que iba a hacer al ver tu rostro sería golpearte, pero ahora que estoy aquí no puedo hacerlo —alzó su mirada hacia el castaño.

—¿Qué?

—Él te sigue amando...—confesó sintiéndose idiota— tenía razón, SooBin —desvió su mirada al cielo—. HueningKai te sigue amando.

—No entiendo a que viene eso ahora TaeHyun... ¿Él te dijo eso?

—Se disculpó conmigo —suspiró—. Me dijo que no podía mirar a otro chico que no fueras tú y que había sido una estupidez dejarte ir —una vez más volvió a reír al recordar aquel momento donde SooBin se lo advirtió, pero decidió no creer en él—. Quería golpearte, pero no tienes la culpa... en realidad quisiste ayudarme alguna vez. Yo soy un estúpido.

—No sé que decirte. Cualquier cosa que tenga que ver con HueningKai ya no me interesa en lo más mínimo —hizo una mueca—. Lamento por lo que te dijo, como dijiste, no tengo la culpa y tampoco pienso tomar responsabilidad sobre ello. Suerte en tu vida, TaeHyun.

Antes de cerrar la puerta el pelinegro la sostuvo, llamando la atención de SooBin quien volvió a mirarlo. TaeHyun también lo miró así que hicieroncontacto visual.

—Por favor, cuídalo... él es un buen chico, así que por favor, SooBin —suplicó—. Cuida de él.

El castaño no dijo nada más, solo frunció el ceño ante la insistencia ajena.

choi beomgyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora