Pedri González.

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Advertencias: no
Pedri González x lector femenino.

Gavi sigue aferrándose a ti, susurrándote al oído mientras todos los demás en la fiesta están ocupados bailando y bebiendo.

"¿Qué pasa si no le gusto? ¿Qué pasa si me hago el ridículo cuando la invite a salir? ¿Entonces qué?" él pregunta nerviosamente y tú retienen un suspiro cansado.

Desde que llegaste a la fiesta del Barça con Pedri, Gavi no se ha ido de tu lado en un minuto.

Tu novio fue a saludar a algunos amigos mientras Gavi se quedaba a tu lado, divagando una y otra vez sobre su último enamoramiento y todos los miedos y expectativas que tiene hacia ella.

Algo que considerarías dulce si no te estuviera masticando literalmente la cabeza con sus comentarios persistentes. Desde el otro lado de la habitación, puedes sentir el resplandor caliente de Pedri sobre ti.

Te das la vuelta con una sonrisa, saludándolo y esperando que vea lo impaciente que te estabas poniendo con Gavi, pero él no reacciona, una máscara inexpresiva en su cara, pero sus cejas se retuercen de molestia mientras Gavi te agarra el brazo, tratando de llamar su atención a él y sus problemas.

Le das la vuelta a la cara, frente a Gavi, que te mira con ojos expectantes.

"Escucha, tienes que dejar de preocuparte tanto por el futuro. Si sigues pensando tan negativamente, entonces atraerás cosas malas". Gavi abre la boca para contradecirte, pero eres más rápido.

"Hablo en serio, Gavi. Solo pídele que salir y verás que es mucho más fácil una vez que dejes salir tus sentimientos", dices. Gavi te acaricia con la mano lentamente y está a punto de decir algo cuando de repente una mano te agarra el brazo.

Mientras miras hacia arriba, Pedri se para allí con un ceño fruncido ligeramente irritado en la cara mientras mira a Gavi por un segundo.

La tensión es tan cortante como cuchillos que intentas aligerar las cosas.

"Oye, cariño. ¿Qué son t-?

Los labios de Pedri se aplastan contra los tuyos, su mano se enreda con tu cabello mientras te acerca. El resto del equipo silba y aplaude la repentina muestra de afecto, pero a Pedri no parece importarle, lo cual es muy inusual para él.

Nunca ha sido de los que te besan mucho frente a sus compañeros de equipo, pero tampoco ha sido alguien que se haya cedido fácilmente a sus celos, como lo ha hecho ahora.

Cuando finalmente se aleja, sus ojos marrones te miran, una sonrisa que se acumula en sus labios rosados y tu corazón se salta un latido por lo guapo que se ve cuando está celoso.

"Ahora todo el mundo sabe que eres mia".


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One shots | futbolistas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora