¿Corea?

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Empiezo a abrir los ojos, viendo una habitación lujosa, paredes beige y muy grande. Definitivamente esta no es mi habitación, la cama es tan cómoda, tan blandita y siento que nunca me levantaría con dolor de espalda. Con lo que si amanecí fue con un fuerte dolor de cabeza. Intento levantarme porque por más cómoda que esté, no tengo ni idea de dónde estoy. Pero algo me tiene agarrada de la cintura o mejor dicho alguien. Dios ayúdame a salir de esto.

—Para dónde vas?— Me dice una voz gruesa y adormilada, tan sexi, hasta excitante, en el oído, sintiendo su respiración en mi cuello. Dios no, basta.

Intento levantarme por segunda vez, sin darme vuelta a verlo. No quiero verlo, no quiero arrepentirme por el resto de mi vida por acostarme con alguien que podría ser mi abuelo. Siento que me jalan hasta quedar encima de ese individuo. Pegando mi cara a su pecho. O es un abuelito muy trabajador o Diosito me está bendiciendo.

—Cuando te hablo, responde. ¿Entendido?—Me dice pegándome una nalgada. En donde me metí. ¿Quién mierda se cree para que me pegue? Se sintió bien, sí, pero no tiene por qué hacerlo. —Aún tengo sueño.— Me dice abrazándome.

—Necesito ir al baño.— Le digo esperando a que me suelte. Y sí, me suelta y se da vuelta quedando boca abajo mientras intenta dormirse. Yo camino al baño con un dolorcito en las piernas, no quiero ni imaginarlo.

Me veo en el espejo y Dios mío, mi cuello tiene marcas violetas, mi pelo está horrible. Mi labial está corrido y un momento, no era mi ropa. Tengo una camisa grande encima y mi ropa interior de abajo. Mierda, tengo que pedir un taxi e irme rápido de aquí.

Regreso a la habitación unos cinco minutos después, esperando que esté dormido, sigue en la misma posición boca abajo. Revisó los cajones de la habitación en silencio y no hay nada. En el suelo, muebles nada. ¿Qué voy a hacer? llevo como quince minutos buscándolo y nada.

En ese tiempo pude ver aún más la habitación, me imagino que es un hotel muy lujoso. Vuelvo a revisar los cajones que están a la par de la cama y nada.

—Buscas esto.— Escuchó que vuelve a hablar con esa voz gruesa. Vuelvo a ver y sigue boca abajo y con el brazo levemente hacia arriba sosteniendo mi celular.

Intento agarrarlo y se da vuelta hacia arriba mientras esconde mi teléfono en su espalda.

Y Dios, es precioso, su cara. Es realmente atractivo. Es asiático creo, tiene sus ojos levemente abiertos, viéndome de arriba a abajo. Por Dios esos brazos y esa carita. Me quedo como tonta viéndola durante mucho tiempo y se que se dio cuenta.

—Podría amanecer contigo siempre para que me admires.—Dice mientras sonríe.

Wow, su sonrisa es perfecta, sus dientes son tan bonitos, alineados y blancos. Tiene una sonrisa Colgate. Sus labios levemente rosados. Siento que podría besarlos y saborearlos por años.

—Necesito mi teléfono.— Le digo ignorando su gran arrogancia.

—Ven por él.—Dice mientras me da una mirada divertida y sonríe. Mierda, esa sonrisa. Ni siquiera lo conozco, pero con esa sonrisa me domina todo.

Me acerco a la orilla de la cama, estiro mi mano para agarrar mi celular. Se estira rápidamente y me jala hacia él. Acomodándose para quedar sentado y yo encima de sus piernas, con su mano en mi trasero, apretando levemente. Qué confianzas estamos agarrando. Lo mejor es irme antes de que acabemos haciendo otra cosa.

Intento levantarme y me presiona más a él. Yo lo intento, pero la vida me lo pone difícil con tan atractivo hombre.

— ¿Qué vas a hacer?—Me pregunta mientras ve mi boca.

—Decirle a una amiga que me venga a recoger o llamar un taxi.— Le digo un poco nervioso, pues como no lo estaría, tampoco me desagrada tenerlo debajo. A quien le molestaria tener semejante semental debajo jajajaja. 

Se empieza a reír debajo de mí. Su risa, ay Dios mío. Intenté levantarme para llamar a Sofi.

—Si vas a llamar, llamas encima de mi.— Dice metiendo su cabeza en mi cuello. Siento su respiración caliente en mi cuello y su risa también. Es que yo no puedo con tanto, nunca había pasado por algo así. Siempre me iba antes de que despertaran.

Intento llamarla y nada, le mando un mensaje diciéndole que si me puede venir a recoger. Ella me dice que le mande la ubicación y que le tengo que contar cómo estuvieron las noches.

Le mando la ubicación y al minuto me está llamando. Y él alza levemente los ojos al ver que responde.

—Hola.—Le digo y ya la escucho hablando del otro lado como una loca.

--¿Hola? Piensas solo decirme hola, me saludas bien.—Ahí está de dramática.

—Hola Bebé.—Le digo de nuevo. Siento que alguien debajo de mi se tensa. Vuelvo a ver y ya no tiene su rostro en mi cuello, ahora está acostado contra él respaldar, viéndome con su rostro serio. Sin decir nada. Solo pon atención.

--¡Guau! Te dignaste en aparecer tres días después de la fiesta.--¿Cómo tres días después? ¿En qué momento pasaron tres días?—Ahora sí, deja la bromita y mándame la ubicación.—Me dice de manera divertida al otro lado del teléfono.

—¿Cuál bromita? Ya te mandé la ubicación.--Digo mientras sigo un poco desubicada por lo que dijo anteriormente.

Escuchó su risa otra vez debajo de mí, se está burlando.

—Por Dios Marleny. ¿Cómo vas a estar en Corea? Jajajaja. Anda mandame la ubicación.

¿Corea? Dijo ¿Corea? Ush, ella también se va a estar burlando, me tocará pedir un taxi a mi.

—Dios, Sofi, deja de molestar y ven a recogerme porfa.— Le digo con voz seria, cansada de escuchar esa preciosa risa debajo de mi.

—Mándame la ubicación bien.—Escuchó que dice ya sin aire.— Me has hecho el día, ha estado buenísimo jajajajaja Corea jajaja.— Decidió colgarle y mejor buscar un taxi yo.

— ¿Qué es lo gracioso?— le digo al extraño que está debajo de mí. Mientras me levanto rápidamente antes de que me vuelva a poner encima. Necesito aire fresco definitivamente.

Voy caminando a abrir una cortina del inmenso ventanal, cuando oigo pasos detrás de mí.
Abro la cortina y oh por Dios. Estamos en lo más alto del edificio, puedo ver la ciudad. Se pueden ver muchos edificios más. Mierda, enserio estoy en Corea o son alucinaciones.

Pero ¿cómo? No tengo el dinero, no tengo cómo llegar hasta aquí. Yo ni sé coreano. Esto tiene que ser una broma. Lo están grabando, estoy segura.

Sigo en shock, viendo por el enorme ventanal, es asombrosa la vista. Nunca había visto algo tan lindo. Creo que ni en cien vidas más hubiera podido tener estas vistas.

Siento unos brazos rodeando mi cintura y susurrando en mi oído un "Te gusta cariño" mientras me besa el cuello.

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⏰ Última actualización: Jan 16 ⏰

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