El Niñero | Pablo Gavi

8.- te amo...

Andrea

No tenía ganas de nada, ni de ir a la prepa, después de lo que pasó con Pablo no quiero saber nada absolutamente nada de nada, decidí faltar el día de hoy, tenía planeado quedarme en mi habitación y no salir, hasta que me dio hambre…

Odio a mi estómago

Baje para ir a la cocina para ver si había algo de comer, afortunadamente Pablo había echo las compras de la semana y el refrigerador estaba lleno, había tomado un yogurt y estaba dispuesta para ir a mi habitación de nuevo pero en la entrada estaba Pablo con los brazos cruzados.

- ¿porque no has ido a la prepa? - tenía una cara de pocos amigos y no sabía ni porque…

- solo no tenía ganas de nada ¿ok? - hablé internado pasar pero el lo hacía difícil.

- ¿es por lo de ayer? - me detuvo agarrándome de la cintura para que no pudiera pasar.

- no… - no quería que el supiera que me sentía mal por algo que no debería estar mal.

El levantó lentamente mi mentón para que lo mirará - perdón… pero Andrea ya te expliqué… no busco algo formal - yo sabía que el no buscaba algo formal pero era injusto que solo buscará a las mujeres por sexo.

- es injusto - solté aguantando las lágrimas.

- ¿Que es injusto…? - me miró con el ceño fruncido.

- que vallas por la vida ilusionado chicas cuando tú sabes que no pasará nada… - en ese momento cayeron dos lágrimas de mis ojos - ¿te has puesto a pensar lo doloroso y lo jodido que está eso? - el simplemente bajo la mirada - no, claro que no lo sabes, porque a ti solo te importa quien te dé el culo primero ¿no? - suspiré - no sabes lo doloroso que es para mí… Pablo fuiste mi primera vez y no sabes lo importante que es para una chica como yo, nadie había podido entrar a mi habitación y tú fuiste el único que además de entrar a mi habitación follamos... Pero que vas a saber tu de eso, tal vez pensarás que me aferré a ti pero no es eso solo se que me gustas, y por más veces que me mandes a la mierda me seguirás gustando, pero ya veo que a ti te importa un carajo el sentimiento de los demás solo te importa sentirte bien contigo y no sabes el daño que causas en las personas... - me salí de la casa y me importo un pepino irme con pijama aun.

Me dirigí a la casa de Mateo con lágrimas en los ojos, el me recibió en sus casa, al verlo lo abrace y llore como nunca había llorado en mi vida - ¿que paso mi niña porque vienes así? - Mateo me miró tiernamente, yo no tenía palabras en ese momento solo lo abrace con fuerza.

Momentos después estábamos en su habitación ya más tranquilos el se acercó con una taza de té de manzanilla para relajarme - ahora sí me dirás ¿qué pasó? - lo mire fijamente.

Le conté lo que había pasado con Pablo me tumbe en la cama de Mateo tapándome la cara luego el también se tumbó a la par mía por un momento hubo un silencio profundo hasta que Mateo lo rompió - y… ¿realmente te gusta? - lo volteé a ver y acentí con la cabeza - hay mi niña pero si es un completo idiota… -

Me levanté para quedar sentada en la cama - lo sé… pero tiene algo que ningún otro - hable tomando un poco del te.

- ¿y piensas regresar a tu casa? Digo no te estoy echando ni nada pero si te piensas quedar dime para avisarle a mis padres sabes que les caes muy bien, a veces pienso que te quieren más a ti que a mí - yo solté una carcajada fuerte y nos reímos por un momento.

- No hace falta Mateo solo necesitaba desahogarme con alguien - hablé abrazándolo con más delicadeza.

- sabes que aquí estoy para ti -