Spin the bottle

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El ambiente era ruidoso, todos y cada uno de los presentes -a excepción de JaeYeol- estaban sentados al rededor de una mesa pequeña, donde giraban una botella con dudosas intensiones, aquel juego ponía a Jay de mal humor.

No le gustaba la idea de compartir besos con cualquiera, menos estando en aquellas condiciones, sin excepciones, todos los que jugaban estaban ebrios, en un punto que llegaba a ser irritante, risas sin sentido, palabras entrecortadas, frases a medias, movimientos erráticos, pésimo equilibrio, caras rojas y voces cansadas, pero seguían bebiendo. La única razón por la que Jay seguía ahí -sentado en una silla contra la pared, en alguna esquina de la habitación- era para cuidar a HyungSuk, él era malo bebiendo, y su grupo de amigos era... algo apasionado, pero ¿que más podía decir de la juventud?

—Ey ey ey, JinSuuuung ah~ pasale la botella a HyungSukiee, le toca!

MiJin alargaba las palabras al hablar, igual que el resto, señaló torpemente al pelinegro favorito de Jay, y esperó espectante. No quería ver que sucedía a continuación, pero no podía dejar de mirar.

HyungSuk tomó la botella con torpeza, la apoyó sobre la mesa de madera y giró la muñeca hasta donde su humanidad le permitió.

JaeYeol contuvo el aliento esperando que la girara, para su sorpresa, esta tomó un camino inesperado, la giró con tanta fuerza que al dar vueltas se deslizó varios metros a un lado, cayendo al suelo y casi chocando con la pared. Todos guardaron en aliento, incapaces de seguir el ritmo al objeto de vidrio, tal vez por lo borrachos que estaban.

—¡Oh!—Señaló Haneul—La botella no se rompió...

Y tenía razón, debido a que la mesa era baja y el vidrio grueso, la botella había resistido los golpes sin problemas, Jay suspiró aliviado, y de pronto todos estallaron en carcajadas sin sentido. El rubio se hubiera quejado de lo absurdo, pero la sonrisa de HyungSuk era radiante, y eso fue suficiente para disipar todo el mal humor. HyungSukie era tan lindo.

—Yah, HyungSuk, no creas que te has zafado eh! Si yo tuve que besar a MiJin a ti te toca besar también—Haneul se quejó inflando los cachetes de coraje, HyungSuk se rió, el rubio pensó que tal vez desinhibido gracias al alcohol, asegurando que la volvería a girar. JinSung no estuvo de acuerdo.

—¿Que significa eso? Ya has girado la botella, y debes aceptarlo, haya caído donde haya caído.

JaeYeol frunció el ceño ¿la botella? La buscó con la mirada, estaba seguro de que había caído mirando hacia la nada. HyungSuk estaba a punto de levantarla, Jay vio en cámara lenta como sus ojos miraban primero la botella y luego levantaba la vista en busca del afortunado ser al que había apuntado. JaeYeol pasó saliva cuando sus miradas se encontraron.

—¿Jay?

JaeYeol no supo que decir, era obvio que él no estaba jugando, y sin embargo todos comenzaron a vitorear y cantar sus nombres, incitadolos a tomar la iniciativa. El pelinegro sonrió tan ampliamente que a JaeYeol casi se le detiene el corazón, se levantó dejando la botella en el suelo  y sin quitar la vista de su rubio amigo se acercó.

—JaeYeol, sé que no querías jugar pero...

Miró nervioso a la multitud insistente, JaeYeol estaba mudo, incapaz de reaccionar, esta era la mayor oportunidad de besarlo que se le había presentado en la vida, y sin embargo... Estaba ebrio, no quería que fuera así.

Sin saber que hacer, se rascó la nuca nervioso. HyungSuk lo notó, y se acercó hasta que sus rostros estuvieron a pocos centímetros.

—No he estado bebiendo...—susurró, colocando sus manos a cada lado de la boca para evitar que lo supieran.

El rubio lo miró sorprendido.

—No puedo beber, mi madre se está quedando en casa y no quiero llegar en esas condiciones.

Jay pudo saber debido a la cercanía y por el aliento de fresas de HyungSuk que decía la verdad... No olía a alcohol.

Entonces ¿él estaba dispuesto a besarlo sobrio?

Su rostro se encendió en un fuerte color rojo, el calor se había acumulado en toda su cabeza, sintió que iba a morir de vergüenza, pero su corazón estaba feliz, se había acelerado, más bien parecía querer saltar fuera de su pecho.

—¿Puedo?

Los chicos no paraban de quejarse por su lentitud, aclamando que comenzaban a aburrirse, y que si no se apuraban HyungSuk ya no jugaría.

Park rió, sin quitarle la mirada de encima a JaeYeol, quien finalmente juntando todo el valor que tenía, asintió con la cabeza.

Eso fue suficiente para HyungSuk, quien tomando el rostro de su amigo entre sus manos cerró la distancia hasta que sus labios rozaron. No se movía, solo permanecía en aquella posición, haciendo que el rostro de Jay explotara de vergüenza otra vez, JaeYeol separó los labios ligeramente, estaba tan avergonzado, pero de verdad quería ese beso, si lo iba a hacer, quería hacerlo bien.

Sus alientos se mezclaron, sus corazones estaban desbocados, latiendo a la par como si su vida dependiera de ello, HyungSuk se acercó más, aplastando sus bocas en un contacto más intimo, y fue suficiente para emocionarlo, JaeYeol se aferró a él, ladeando la cabeza para profundizar el beso, un calor abrazador subió por su cuerpo haciendole sentir que echaba humo, sus labios y ahora sus lenguas se enfrentaban con esmero, enviando choques electricos por cada una de sus terminaciones nerviosas.

Eso no era necesario, todo ese contacto, la fogosidad, el desespero, lo sabían, pero lo necesitaban, y disfrutaron cada segundo que duró, y tal vez hubieran continuado, si no hubieran recordado que estaban en medio de una reunión. Rodeados de gente.

Jay se separó de golpe, sus labios estaban humedos e hinchados, y el calor del aliento de HyungSuk aun golpeaba su cara por la cercanía, haciendole desear de nuevo el contacto.

Despacio, como si temiera lo peor, se asomó para ver a sus amigos, quienes estaban absortos en un shock interminable, la boca de muchos estaba abierta casi hasta el suelo, y sus caras, podría jurar que estaban incluso más rojas que antes, y no por el alcohol.

Haneul carraspeó, y todos miraron a otro lado, sintiendo sus caras arder.

—HyungSuk bastardoooo, ¿que es esa exhibición? Solo tenías que besarlo, no comértelo...

JinSung se quejaba casi horrorizado, cubriendo los ojos de MiJin, quien se quejaba de no poder ver.

—Creo que HyungSuk es un peligro para este juego... Mejor sigamos nosotros—Haneul asintió avergonzada, sus ojos brillaban, aunque era difícil saber por qué.

Lo cierto era, que todos olvidaron rápidamente el incidente, accediendo a jugar algo más divertido, como las cartas.

Todos menos los involucrados, por supuesto, quedaría grabado a fuego en sus memorias el resto de sus vidas.

spin the bottle • jaesukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora