A lo largo del tiempo que he vivido,
tuve la dicha de posarme ante grandes arbustos el fresno, nogal y ébano.
Unos ingenuos por que nunca hallaron el valor de la caoba en invierno,
otros desinteresados de mi tamaño al imponerme ante ellos,
Y también estaban los que aún frente suyo jamás hicieron sombra para refrescar mis hojas,
Pero aquellos que de mi sobra acogieron de mi se olvidaron,
Fueron los mismos que escogieron desprender parte de mi tronco y salir corriendo, en vez de regar cada día mis raices,
Cuando caí todos se regocijaron recogiendo mis hojas para quemarlas y de ellas hacer fuego,
Pero de gran parte mi tronco surgió un hermosos mueble que guardaba recuerdos, sorpresas, abrigos y un sin fin de cosas maravillosas.
De mi quedo un pequeño tronco,donde un viejo solía ir sentarse, fue el mismo que me regaba cada mañana ,pero ahora solo pasaba las horas ahí sentado esperando a que no me rindiera,
Pero no volví a crecer solo aprendí a contener recuerdos, alegrías y polvo
Aun que de los recuerdos también se vive y se aprende,
De las alegrías la vida misma es.
Asi como del polvo se respetan los años y su sabiduría.
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EL LIBRO QUE NO ESCRIBI-Parte 2
PoesíaEl libro que no escribí redacta un poemario en páginas desordenadas con reflejo de mi corazón, de anécdotas transformadas en poesía, el dolor mismo es fuente de invaluables textos, donde no sabes que existe ¿será? dolor juvenil, pasión febril, amor...
