No paro de soñar lo inimaginable.
No paro de ver la irrealidad.Me estoy olvidando de la realidad que nos separa, que nos destruye.
Estoy soñando.
Lo miro acercarse, está cruzando la avenida Brum de Ostin. Me sonríe y yo sigo paralela, se que no es real. Es un sueño.
Me grito.
¡Despierta!
—Cariño ¿Estás bien? — su ceño está fruncido. —Tus comisuras están muy rectas —Me dice acercando sus dedos a mi boca, cuando siento que va a tocarme.
Me despierto.
ESTÁS LEYENDO
Divagando en nuestros sueños.
FantasíaNuestra mente tiene el poder y la libertad de divagar lo que deseamos que pase. ¿A que nivel? Depende de nuestra estabilidad emocional para que suceda.