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Daniel(narra)

Ahí estaba Adriana, en la entrada de nuestra casa. Su mirada era desafiante y parecía molesta, me sentí nervioso. La invite a pasar y como de costumbre me repudió con la mirada. Se sentó en el primer sofá que encontró; el cual era donde yo me sentaba normalmente, encontró migajas de galletas. Esperaba que Sof saliera del baño para que me ayude a controlar la situación con su mamá.

Adriana: Así qué hay una boda

Daniel: Sí, te lo íbamos a decir hoy *menti*

Adriana: JA...Gordo, ¿de verdad piensas que mi Sofi te ama ?

Daniel: Sofía me ama, estoy seguro. *afirme*

Adriana: Ella es demasiado linda y esbelta para ti

Quería responder lo que me dijo, pero en ese momento salió Sofía del baño, parecía sorprendida  y asustada. Su madre la miraba molesta y decepcionada. Me dolían las piernas, Adriana estaba sentada en mi sofá reforzado; mi Sofi me lo regaló al darse cuenta que rompía los sofás convencionales.

Sofía: Mamá, es una sorpresa verte

Adriana: No digo lo mismo, casi me da algo al enterarme que te casarás con Daniel

Sofía: Tú sabes que lo amo, no hay ninguna sorpresa

Adriana: Eres muy testaruda, solo no quiero que luego te estés separando. Tómate muy enserio el matrimonio.

Diciendo eso, se retiró de nuestra casa. Me senté en el sofá, estaba agotado y algo ansioso. Sofía se sentó en mi pierna izquierda y colocó su cabeza en mi pecho. Estaba acariciando su cabello ondulado, hasta que escuche un llanto.

Daniel: ¿Mi amor ? ¿Que pasa?

Sofía: Perdón por todo, mi mamá nos hace pasar malos momentos y creo que...

Daniel: Shhh, todo esta bien...te amo. Nuestro amor es lo único que importa

Sofía: Te amo Dani

Sofía se levantó y me abrazo, la besé en los labios tiernamente. Estaba con hambre, estaba ansioso. Quería comer algo, pero no quería levantarme.

Daniel: Cariño, ¿puedes traer algo de comida para tu gordito?

Sofía: Si, lo haré

Regreso con mucha comida, en su mayoría dulces y pasteles...mis favoritos. Con la mirada baja me alimentó, lo hacía muy lento y de ves en cuando aplastaba mi estómago. Sabía que estaba preocupada por algo.

Daniel: Sof, ¿qué pasa?

Sofía: Te llevaré a conocer Paris, estaba ahorrando y...bueno tengo lo suficiente, pagaré la primera cuota mañana. 

Daniel: Preciosa, no...no. Yo soy el que te propuso matrimonio, yo te llevaré de Luna de Miel...yo pagaré.

Sofía: Daniel...todos estos años has pagado tu casi todo. Además con ese costoso anillo que me compraste...gastas demasiado en mi

Daniel: Mi papá me enseño a ser caballero con la mujer que amo. El anillo que te regale es lo mínimo que mereces, no te puedo dar menos.

Sofía: Tu papá estaría orgulloso de ti, entonces...

Daniel: Si, creo que si. Bueno, me seguirás alimentando ¿verdad? ¡Me muero de hambre! *dije cambiando el tema*

Sofía: Abre grande gordito *dijo mientras me daba donas*

Sofía(narra)

Había pasado algunas semanas desde que mi mamá nos visitó, nuestra boda cada día estaba más cerca. Tenía mi vestido comprado, era bellísimo..tenía unos encajes muy decentes. Estaba con mi gordito en camino al sastre que mediría nuevamente el traje de Daniel. Había llegado un punto en el que tenía que conducir yo el carro que teníamos, Dani  ya no cabía con el timón.

Ricardo: No le queda el último smoking que le hice, cada que lo veo es como si subiese 5 kilos, y eso que lo veo muy seguido. Señor Daniel, si no mantiene su peso...será imposible que tenga un traje el día de su boda *dijo molesto*

Daniel: Mantendré mi peso, se lo aseguro.

Ricardo: Eso espero

No podía evitar reírme de lo avergonzado que estaba Daniel por cómo Ricardo le llamaba la atención. Pero era cierto mi gordito estaba subiendo bastante de peso. Se levantaba 2 veces en la noche para tener atracones grandes de comida, y en la mañana se levantaba pensando en comer más. Y se cansaba mucho, tenía que ayudarlo a levantarse de la cama.

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Estábamos en nuestro cuarto hablando sobre cómo sería nuestro viaje y que tendríamos que llevar, pero luego el tema de conversación cambio drásticamente a cómo su peso estaba desbordándose

Daniel: Me estoy poniendo muy gordo, Sof...estoy cada día más dependiente de ti

Sofía: Adoro eso gordito, estás muy lindo y tierno.

Daniel: ¿Esta noche podemos comer los dos en la cama? No quiero moverme, pero quiero cenar acompañado de ti.

Sofía: Claro mi amor, déjame traer la comida.

Estábamos comiendo juntos: pizzas, donas, KFC, hamburguesas y un pastel de chocolate. Había engordando un poco, era inevitable no engordar...teniendo a Daniel con sus antojos, terminaba comiendo algo. Yo no había subido mucho de peso, tal ves 2 o 3 kilos. Igualmente él comía todo, yo solo probaba algunas cosas.

Sofía: Daniel, he engordado...comenzaré el gym este lunes. No puedo seguir así

Daniel: Preciosa, no seas tan estricta contigo. Yo te sigo viendo igual de guapa...ademas sabes que el verdadero gordo acá soy yo. Tu siempre serás bella para mi, tenlo por seguro. Pero si quieres ir al gimnasio, no me opondré.

Lo abracé muy fuerte y jugué con su estómago que estaba enorme. Me miraba como si fuera la chica más hermosa del mundo, aunque estuviera en pijama, despeinada y sin maquillaje.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya agradado. He estado inactiva por problemas personales...pero ya volví. Los quiero mucho, gracias por apoyar mi historia. ❤️‍🩹

Al máximoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora