SEXOMNIA ━━ ENZULIAN.

OO4

Julian.

Espera... ¿garchar dormido? ¿Con quien sea?

Supongo que ya me puedo reír. Me esta descansando, ¿no?

─ ¿Eh? ─ Dije con voz más aguda de lo que pretendía. Enzo sonrió y negó con la cabeza.

─ Olvidate ya fue. ─ Murmuró sin mucha importancia.

─ Espera, me estas jodiendo ¿No? ─ Dije con una sonrisa esperando a que dijera que sí para comenzar a reír. Enzo se encogió de hombros.

─ Tómalo como quieras. ─ Fue lo único que dijo. No pareciera que quisiera reír. A decir verdad su expresión era más seria de lo que yo esperaba que fuera.

Sí, obvio que fue en joda. ¿Osea, qué sigue? Entrar a mi pieza a la noche y...

─ Es... ¿Posta? ¿Eso existe? ─ Cuestioné. Su seriedad comenzaba a importarme más de lo que debía.

Enzo no quiso explicarme más. Simplemente comenzó a guardar los materiales y el trabajo en su mochila, para después limpiar el desorden hecho.

No me quedó muy claro lo de su enfermedad, bueno, su trastorno de sueño. Pero a lo mejor no sea tan grave. Aunque suene un poco... raro. Quizá él decida contarme más con el paso del tiempo, porque sí no me lo había contado antes, fue porque sus razones tendría. (Todavia creo que es una joda).

Pensé en buscar en google. Pero desconectó el internet. Hijo de puta.

De todas maneras, iba a buscarlo cuándo volviese a casa.

Osea, no puede ocultarmelo toda la vida. En algún momento tendrá que hablar y decir que sólo quería ver mi cara del pelotudo ante la broma de mal gusto.

Aunque, como dije, suena un poco raro. Y peligroso. Me parece muy poco creíble eso del sexo inconsciente. Debe ser una de sus jodas (pésimas por cierto). En nuestra relación. Él es el gracioso... bueno, es Enzo. Tal y como debe ser.

Me instalé en la pieza que estaba desocupada. Sólo hay dos piezas, una es la de Enzo y el otro lo usa para guardar cosas viejas o que no utiliza. Aunque por suerte, tiene una cama estable. Lo suficiente para mí.

─ Enzo ─ Le hablé desde el sillón de la sala de estar. Él estaba haciendo quién sabe qué cosas en la cocina y yo solamente me esmero en apretar el botón del control remoto, sin encontrar algo bueno.

─ ¿Qué?... ─ Contestó alargando su voz.

─ Conecta el internet. ─ Rogué. Pude escuchar una risa desde donde estaba hasta mí.

─ Son las tres de la mañana, dormite. ─ Dijo. Rodeé los ojos y suspiré.

─ No tengo sueño. ─ Protesté.

─ Yo sí. ─ Salió de la cocina. ─ Ya terminé de limpiar. Ahora a dormir. ─ Dijo en un tono, ¿dominante? que me hizo estremecer levemente.

─ Loco, el punto de quedarte a dormir en la casa de un amigo es desvelarte. ─ Dije. Enzo sonrió.

─ Para mi no. ─ Dijo.

─ ¿Y cuál es tu punto entonces? ─ Pregunté. Enzo se acercó a mí y me quitó el control remoto de la televisión para apagarla.

─ Dormir. ─ Dijo. Está actuando de una manera demasiado extraña.

─ Dale boludo. ─ Me quejé.

Suspiré resignado. Enzo está actuando raro desde lo de la tarde. No pienso preguntarle mucho, pero aún así no me dice que estaba jodiendo, y eso me molesta.

Como última opción, me decidí por obedecer la orden de Enzo, total, dormir es un placer.

─ Hasta mañana. ─ Dije. Enzo estaba recargado en la barra, revisando su celular, probablemente hablando con su novia.

─ ¿Ya te vas a dormir? ─ Preguntó, levantando la mirada.

─ No, te dije buenas noches porque me voy a quedar despierto, idiota. ─ Dije. Enzo sonrió y negó con la cabeza.

─ Hasta mañana. ─ Dijo.

─ ¿Cierro mi puerta con llave? ─ Pregunté. Enzo alzó una de sus cejas y me miró confundido. Pero yo sólo sonreí.

─ ¿Por qué? ─ Cuestionó curioso.

─ No sé ¿me vas a hacer algo? ─ Enzo bajo su mirada al suelo instantáneamente. Me extrañé.

─ Lo decís como si no fuese algo delicado. ─ Contestó.

─ No es tan delicado ─ Dije sonriendo. Definitivamente no lo es, solamente estoy tomandolo como lo que es, ¿No? Una joda.

─ Lo es un poco. ─ Insistió. ─ Pero tranquilo, nunca haría nada que vo' no quieras. ─ Bromeó. Reí.

─ Claro. ─ Alargué con sarcasmo. ─ Que bueno es escuchar eso de vos. Ahora sé que siente Valentina. ─ Enzo rió y agachó su cabeza sin borrar su sonrisa.

─ Posta te digo. ─ Murmuró.

─ Ya se boludo, quería molestarte, no sé, devolverte la joda. ─ Contesté encogiéndome de hombros. Enzo alzó la vista nuevamente, quedando pensativo.

─ Me voy a dormir ─ Dijo bufando.

Asentí y di media vuelta subiendo las escaleras para entrar a la pieza, justo al lado de la de Enzo.