Cena con los Black

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N/A: Créditos a LourdesAsael mi beta, por el apoyo y correción de errores en este capítulo.

Sin más que decir, disfruten.

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— Draco...— susurró mientras dormía.

Estaba teniendo una pesadilla como cada noche.

—Harry, no Harry por favor...

— ¡Harry!— grito despertando de su pesadilla, jadeaba y sudaba demasiado.

Ya era de día dándose cuenta que, como cada noche, volvió a tener una pesadilla cada vez eran peor que la anterior.

De sus preciosos ojos chocolate salían lágrimas que no podía detener como tampoco su dolor.

Se seco las lágrimas de sus ojos, se levantó de su cama y camino directo al baño para poder hacer sus necesidades y bañarse.

Se lavo su rostro con agua fría, para desertarse  y que sus ojos ya no estuvieran rojos. Cerro la llave del lavabo y se desvistió para entrar a la ducha.

El agua que caía por su cuerpo era refrescante y le quitaba un poco la tensión que sentía.

Después de muchos minutos, Hermione salió del baño y camino directo a su armario para poder agarrar algunas prendas de ropa y vestirse.

Ya llevaba varios días viviendo en Nott Manor, tanto su padre como su madre habían hecho muchos arreglos con respecto a ella.

A la mañana siguiente de haber llegado a la mansión Nott su padre le había dicho que su madre la llevaría a ella al Callejón Diagon para comprar ropa de señorita sangre pura.

Y aparte le había comentado que había enviado una solicitud para que ella cursara su último año en Hogwarts.

También le había preguntado con respecto a su educación y ella había respondido que recibió educación en casa con maestros especializados en todas las materias.

Lo que su padre pidió algunas demostraciones que lo dejaron bastante satisfecho.

Porque algo que no dudaba Nott padre era que Hermione era una persona demasiado inteligente.

Se vistió con un vestido que era muy elegante para su gusto y algo que ella nunca pensó que usaría. Se puso unos tacones no tan altos y se miro al espejo, realmente no se reconocía con esa ropa puesta.

Cepillo su cabello y se colocó un poco de perfume y salió de la habitación. Camino al comedor para desayunar.

Cuando iba por el pasillo casi cerca de las escaleras se encontró con su padre vistiendo elegantemente, como siempre.

Este cuando la vio le dio una leve sonrisa.

— Buenos días — la saludo fríamente, pero en sus ojos se notaba la calidez con la que la miraba.

— Buenos días padre — devolvió el saludo mirándolo fríamente — ¿y madre?— preguntó, esas palabras todavía le sonaban un poco extrañas decirlas.

— Está arreglándose— respondió — estás muy hermosa, como siempre — admitió serio.

— Gracias padre — respondió en el mismo tono.

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