Capítulo 1.

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El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre.

—Aristóteles.

—Aristóteles

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Australia.


Desperté por el insistente sonido de mi alarma, solté un gruñido de frustración para tomar mi molesto reloj para lanzarlo al suelo, pero el muy hijo de la fruta no ha parado de sonar, rendida ante mi enemigo el señor reloj, me levanto para al fin recogerlo y apagarlo.

—Te odio —le dije a mi reloj, yo misma reí por mis tonterías, hablándole a un reloj como si me fuese a responder.

Sin muchas ganas de ir a trabajar me duche en el pequeño baño de mi habitación, hecho por mi misma, compré unos tubos y grifería de segunda mano para poder armar una regadera decente junto con un lavamanos, adoraba la creatividad que tenia mi cerebro, era capaz de crear cualquier cosa con material de provecho, siempre pensé que era distinta a las demás chicas que pensaban en adolescentes hormonales, lo mío era explorar y conocer, ver el mundo desde otra perspectiva, pero todo quedó ahí, en un simple sueño.

Nací y crecí en una familia sencilla por así decirlo, soy la mayor de tres hermanos, vivimos en una pequeña casa en los suburbios casi que alejado de la sociedad, no me molesta porque prefiero la soledad antes de estar rodeada de Miles de personas que posiblemente no aporten nada positivo para mí vida.

Después de colocar mi horrible uniforme salí de mi habitación que habitación como tal no es, es un ático viejo que remodelé con pocas cosas para poder dejarles la habitación a a mis hermanos y la otra a mamá, y hablando de ella, amaneció como siempre, amargada.

—Hayley, recuerda que hoy hay que pagar el alquiler y pagarle a Dennis.

—¿A Dennis? Pero... No entiendo, no me digas que lo hiciste de nuevo —me toque el puente de la nariz— cigarrillos de nuevo Lina.

—Así es —me miró mal— eres la única que trabaja en esta casa y tú debes es mantenerme a mi y tu hermanos... Bastante que te di de comer cuando el bastardo de tu padre nos abandonó.

Y ahí iba la misma cantaleta de todos los días, no había un solo día en que hablara del abandono de mi padre, de hecho jamás lo conocí ni ya poco quise hacerlo, por algo nos había abandonado a mi y a ella, pero en vez de mejorar todo, fue lo contrario, se busco a un tipo que hizo fue embarazarla y querer abusar de mi siendo una adolescente, al menos ella lo apuñaló por intentarlo y pudo huir.

Desde que tengo uso de razón mamá había caído en el cigarrillo y el alcohol, a diario bebia unas cuantas cervezas y fumaba, de vez en cuando usaba drogas para según aliviar su dolor ya que siempre cuenta que amo a mi padre pero el nos había dejado por una mujer de mejor posición económica. No me siento orgullosa de tener la madre que tengo pero, al menos esta ahí.

La Prometida del Rey. [+18] -Finalizada-✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora