capítulo 17

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Pasaron las semanas y meses rápidamente.

Choi Han, el inocente y joven muchacho se acostumbro fácilmente a la vida en la aldea Harris.

Parecía haber olvidado o encerrado sus recuerdos que vivió en el Bosque de la oscuridad en alguna parte junto con todo su sufrimiento para poder vivir una vida tranquila al lado de buenas personas.

Todos en la aldea fueron muy amables con él desde su llegada. Lo trataron como un hermano, un amigo, con mucho afecto lo que lo hizo acostumbrarse más fácilmente.

El ahora estaba aprendiendo a leer y escribir de Paul quien a pesar de ser un joven distante siempre estaba atento para ver qué no le faltara nada.

Lo que más conmovió a Choi han de Paul fue que a pesar de siempre ser cortante y frío, todos los días sin falta iba a traer yerbas medicinales para la abuela Sophien aparte de cocinarle y limpiar la casa.

Incluso a veces le cocinaba al señor Andrew y siempre estaba al pendiente de todos en la aldea.

Regaba el huerto y recogía las verduras para dividirlas entre todos, cuidaba los animales de la granja y los alimentaba.

Por eso es que Choi Han siempre le hacía caso a lo que él decía sin dudar.

Todos los días después de almorzar ambos iban a traer las yerbas medicinales para la abuela, estás yerbas tenían que ser recién cortadas y luego batidas en una especie de ungüento para ser colocada en varias partes del cuerpo de la abuela.

Sin embargo este día Paul dijo que no podría ir y le pidió a Choi Han que fuera a recogerlas para la abuela

Choi Han tenía curiosidad ya que ese día se había estacionado un carruaje en las afueras de la aldea, un joven se bajó de ahí con sombrero y máscara por lo que no pudo ver bien su rostro ni su cabello y entro en la casa de la abuela Sophien.

Aunque parecía que hicieron contacto visual solo por un momento.

Esto no era lo preocupante sino el hombre mayor que era el conductor, de el salía el olor de la sangre.

Una persona que ha asesinado a muchas personas, fue tan sigiloso que casi no lo notó.

- Ve y regresa yo tengo algo más que hacer.

- ... Está bien.

Aunque no era muy cercano a Paul quería decirle que tuviera cuidado de esta persona, sin embargo no pudo hacerlo ya que Paul se mostró firme y después de su respuesta se dio la vuelta y entro en la casa de la abuela.

Por lo que aún con un poco de arrepentimiento se dirigió rápidamente por las yerbas de la abuela, quería regresar rápido y asegurarse de que todos estuvieran bien.

En especial ese joven distante que siempre lo procuraba y le ayudaba, gracias a el aprendió a leer y escribir.

Aunque un poco difícil para el trató de aprender a cocinar o al menos hizo el intento. Eran comidas sencillas pero incluso usando todos los ingredientes sus comidas nunca sabían igual.

Al parecer la cocina no era lo suyo por eso ayudaba todos los días en el huerto y la granja y gracias a eso pudieron ampliarlas.

***

Cale y Paul se encontraban dentro de la humilde casa de la anciana Sophien, quién poco a poco parecía ir empeorando, a sus ochenta años la anciana descansaba en su cuarto rodeada de yerbas medicinales.

- Así que ya llegó el héroe.

Comento Cale rompiendo el silencio dentro del cuarto.

- Sí hace varios meses.

Ni de broma... Yo soy una basuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora