ʜᴇʀᴇᴊᴇ [ ᴋᴏʟ ᴍɪᴋᴀᴇʟꜱᴏɴ ]

[ 005 ]

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"the bird is where it should be, in its cage."

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[ ᴍʏꜱᴛɪᴄ ꜰᴀʟʟꜱ ]

Todos habían entrado en fechas que ansiaban. Las vacaciones de verano, que significaba? Los colegios, institutos y universidades cerraban por un largo periodo. Los trabajadores por horario laboral tenían vacaciones cortas, pero de igual manera se conformaban.

Los estudiantes no volverían hasta septiembre, bueno, menos los de último curso que ellos directamente ni volverían a pisar el centro educativo. Es por eso, que ellos debían dar su última visita, su graduación y aquel curso que debía graduarse era la clase de Elena.

Desde que toda su familia murió, Elena se hospedó con los hermanos Salvatore, allí se sentía sola y rota, vivir en la casa que compartía con sus familiares era duró y sabía que si seguía en aquella casa perdería la cabeza tarde o temprano.

Elena buscaba su bolso y un objeto bastante apreciado para ella, una pulsera blanca con un pequeño colgante, de un sol. ¿Y por qué era tan especial está pulsera? Bueno, cuando las gemelas Gilbert cumplieron dieciséis años, cada una recibió un regalo. Jane recibió una pulsera negra con un colgante de una luna bañada en plata, todo lo contrario a la de Elena.
Elena le tenia apreció, aunque la pulsera no era igual, le recordaba a su hermana.

La vampira ya estaba preparada, caminó al espejo de su nueva habitación para analizar como tenía el look, le gustaba bastante pero sentía que faltaba algo, esta caminó a su armario y sacó una chaqueta vaquera, se la colocó y volvió a mirarse en el espejo, ya estaba, el look perfecto. No era algo del otro mundo, un vestido blanco, unos botines marrones y una chaqueta vaquera.
El toque de la madera hizo a la chica alejar su mirada del espejo y miró la entrada de su habitación, dónde estaba Stefan.

—Caroline me pidió que os llevará. —Elena frunció el ceño. —Y de paso iré a verla, aunque de todas formas iba ir.

—Gracias Stefan, pero no hace falta. —Stefan asintió. —Por cierto, cómo me veo? — dió una pequeña vuelta para que viera su atuendo.

—Te ves preciosa. —sonrió, de inmediato Elena plasmó una sonrisa en su rostro. —¿Damon os llevará?

—No, me iré con Bonnie. —esta miró su muñeca, observando la hora en su reloj. —De hecho, ya me tengo que ir!

—Está bien, suerte en la graduación! — exclamó, al ver que Elena se colocaba en el hombro con rapidez un pequeño bolso y salía de la habitación.

Elena usó su velocidad vampírica para bajar las escaleras y salir de la casa Salvatore. La vampira de inmediato se quedó parada observando el coche donde Bonnie estaba sentada como piloto. La bruja bajó la ventanilla con una sonrisa traviesa.