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Ahora mismo nos ubicamos en las calles de Tokyo, un lugar tranquilo, con muchas personas caminando por el centro de la ciudad de camino a su destino

Todo normal, salvó por una cosa

En medio de entre toda esa gente se podía sentir una tenebrosa energía la cual asechaba entre las sombras

De pronto

Una máscara...

Una máscara la cual estaba siendo usaba por el mismo chico pelinegro que desde el principio busco un lugar y un propósito después de escapar en ese lugar

De pronto se ve como alguien pasaba adelante de él para mostrar cómo la máscara había desaparecido dejando ver el rostro del pecoso quién tenía el cabello un poco largo cubriendo sus ojos

Usaba una chaqueta con capucha de color blanco, unos pantalones negros estilo militar y unas botas rojas

El pecoso caminaba en medio de toda esa gente con una mirada totalmente sería, pero de pronto frena en medio de la calle central de Tokyo así volteando a ver a la luna, resplandeciente y hermosa luna blanca

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El pecoso caminaba en medio de toda esa gente con una mirada totalmente sería, pero de pronto frena en medio de la calle central de Tokyo así volteando a ver a la luna, resplandeciente y hermosa luna blanca

Así viendo como de pronto está cubierta por sangre dejando una luna roja brillante la cual ilumina toda la ciudad de Tokyo

De pronto las sombras empiezan a salir de la oscuridad dejando ver múltiples manos oscuras las cuales se acercaban poco a poco hacia el pecoso y luego

Unos ojos, rojos como el rubí y enormes como una casa, todos mirando al pecoso fijamente

De pronto, entre toda esa oscuridad emerge una figura, una niña pelinegra con ojos rojos empezó a salir del mar de oscuridad con una enorme sonrisa

La niña llevaba puesto un uniforme blanco, pero con manchas negras como si fuera tinta o pintura entre su uniforme, una gran mancha de sangre sobre su pecho y una sonrisa de oreja a oreja

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La niña llevaba puesto un uniforme blanco, pero con manchas negras como si fuera tinta o pintura entre su uniforme, una gran mancha de sangre sobre su pecho y una sonrisa de oreja a oreja

Ella entre pequeños saltitos se fue acercando al pecoso hasta tomar su mano y decir

Tsuka: i-zu-ku ( dijo con una enorme sonrisa sujetando la mano del pecoso) vamos a jugar ( dijo sonriendo viendo al pecoso)

Soy Tu Peor Pesadilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora