Capítulo 48

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※Solo contigo...※

Y llegamos a la parte en la que el título de la historia cobra sentido ¿Qué cosas no?

Después de recuperarme del ataque de fiebre que tuve, volví a clases al día siguiente junto a Bakugo, quien por cierto, no se ha dignado a dirigirme la palabra en todo el día, y cuando trato de sacarle plática le vale madres y me manda el avión

¡Intento ser sociable y este solo me echa a perder el esfuerzo! ¡Maldito seas, Katsuki Bakugo!

... ¿O acaso le dije algo malo mientras estaba enferma? ¡Ahhhh! Puedo pregunta-... pero si le pregunto no me querrá decir y no sabré si la razón por la que le estoy valiendo sorbete es porque le dije algo que quizá no debía o solo es pura maña suya. Ahg, hombres. ¿Así o más raros?

Llevo la mitad del día, tratando de averiguar qué rayos hice mal con él para que se esté comportando así, ¿lo peor? Solo conmigo se ha portado de esa forma, con los demás está como siempre, les grita de cosas, se pelea y tan tan, pero conmigo ni siquiera me mira

Chale, justo cuando alguien ya me empieza a gustar, me ignora

Shoto: deja de mirarlo o lo vas a gastar — dice mientras le da un bocado a ese soba frío, y yo sigo con la mirada fija en la rubia

______: ¡Es que no entiendo! — estampo mis manos contra la mesa, frustrada — todo estaba bien, solo me enfermo un día y me manda a la fregada ¡¿Pues qué chingados le dijeee?!

Shoto: ¿Por qué preguntas? ¿Qué no recuerdas?

______: nunca recuerdo nada cuando me enfermo, o sea, sí me acuerdo que estaba enferma, pero no de lo que hice o dije ¡Aaaghhh! Que pinche estrés

Shoto: eso te pasa por heterosexual — lo miro mal — bromita — me da palmaditas en la espalda, intentando animarme

______: no sé que haceer, quiero que me hable otra vez — chillo mientras pongo mi cabeza sobre la mesa — y yo que no me quería declarar por esta misma razón

Shoto: ¿No que ya lo habías hecho? — pregunta, confundido — ya sabes, lo de la otra noche

______: ah, eso. Pero pues fue en español, seguro ni me entendió y pensó que le dije de mil palabrotas y... — es entonces cuando me cae el veinte — ¡Ah! ¡Seguro es eso!... Mmmm pero tengo hambre, luego arreglo eso — tomo los palillos y empiezo a comer antes de que se me enfríe el katsudon

Normalmente aprovecharía la oportunidad de que Bakugo está sentado en la mesa de enfrente para arreglar este pedo, pero la neta tengo demasiada hambre como para pensar en decirle algo que no sea: hola rubia, oye, esa noche que te dije algo en español no fueron insultos, sino una declaración de amor, sí we, me gustas aún con tus caras del demonio y tu mal genio, que por cierto ocupa una lamparita como la de Aladín, ¿Te dolió cuando caíste del ángel? Porque eres un cielo, uwu

... Se abre debate: ¿pendejez o efectos secundarios de la fiebre?

Solo ya mándenla a terapia, por fas

Me le quedo viendo a Bakugo un poco más para analizar su extraño comportamiento, y me pica la curiosidad cuando veo que le empieza a susurrar cosas a Kirishima, Kaminari y a Sero ¿Que no saben? ¡Los secretos son del diablo!

En cuanto él termina de contarles lo que sea que les estaba cuchicheando, ellos empiezan a ¿Festejar? No sé, las explosiones que Bakugo les lanzaba no me dejaron ver con claridad lo que había pasado. Como sea, llegaré al fondo de... Lo que sea este despapaye.

______: parece que tenemos un misterio que resolver, Watson — le digo a mi amigo mientras sigo observando a esos cuatro

Shoto: ... ¿Eh? ¿De dónde sacaste esa lupa?

°•Solo contigo•° [Katsuki Bakugo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora