Paisajes En Tus Ojos ✧︎ Minsung

CAPÍTULO 19.

Exceso de ternura ⚠️

Pasó el celo de Jisung tranquilamente, Minho no fue a trabajar durante esos días para cuidar y mimar al Omega.

- Jisunggie, llevamos semanas sin ir a una cita especial. ¿Quieres tener una? - preguntó Minho mientras acomodaba los cabellos rubios del Omega quien estaba leyendo.

- Suena genial Alfa, nos merecemos una cita de todo el esfuerzo que damos trabajando. - respondió el menor mientras cerraba su libro y lo ponía en la mesa.

- Muy bien, dime, ¿a dónde te gustaría ir? - preguntó Minho mientras tomaba la mano de Jisung y entrelazarlas.

- Bueno... Tú sabes, Alfa, que no me gustan los lugares con mucha gente... Me gustaría ir en la tarde a la playa y que demos una caminata. - respondió.

- ¿La playa? Está bien. Después vamos a ir a un hotel para dormir. - dijo Minho.

- ¿Cuándo iremos? - cuestionó Jisung.

- El sábado que viene sería buena fecha.

Dicho esto Minho se levantó y fue en dirección a Jisung para cargarlo en sus brazos.

- A-alfa, ¿q-qué haces? - preguntó tímido el Omega.

- Llevándote en mis brazos como el rey que eres para mí, mi amor. - dijo dejando un beso en la cabellera rubia del Omega.

Fueron hacia el cuarto y Minho acostó a Jisung en la cama y comenzó a repartir pequeños besitos en el cuerpo del contrario mientras escuchaba risitas provenientes de Jisung debido a que le daban cosquillas.

Ya eran las 9:00 pm de la noche, Minho y Jisung solían irse a dormir a esta hora.
Ambos se ducharon, se cambiaron de ropa y fueron a dormir abrazados.

Minho abrazaba a Jisung y Jisung tenía sus manos en el pecho de Minho mientras olía el aroma de su amado.

Ambos durmieron felices.

Ya había llegado el tan ansiado sábado, el día de la cita del Alfa y del Omega. Subieron sus maletas junto con los gatitos de Minho pues los llevarían a la casa de la madre de Jisung porque la mamá de Minho era alérgica a los gatos.

Llevaron a los gatitos y se despidieron de ellos y de la señora Jeon y se fueron.

Al llegar, bajaron sus maletas en el hotel playero que estaba por la costa y entraron, ahí los atendió la recepcionista del hotel.

— Muy buenas, quisiera pedir la reservación que hice algunos días. Mi nombre es Lee Minho. — dijo el Alfa.

— Está bien señor, ya lo busco. — dijo la empleada mientras buscaba la reservación de Minho. — Claro, es la habitación 337 en el quinto piso, señor. — dijo una vez más dándole unas llaves al Alfa.

— Gracias, tenga buen día.

— Igualmente señor.

Se fueron y subieron al ascensor que los llevó al 5to piso, caminaron un poco y fueron a su habitación.

La vista del Omega quedó asombrada.