𝑬𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 ⇝ Exᴇǫᴜɪᴇʟ Zᴇʙᴀʟʟᴏs

𝟏𝟐. 𝐔𝐧 𝐝𝐢̄𝐚 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬

Me desperté al sentir una respiración que no era mía, abrí mis ojos con lentitud para acostumbrarme a la luz del sol. Lo primero que vi fue el rostro dormido de Exequiel, el dormía como un bebé abrazado a mí con su cara cerca de mi cuello, tenía ganas de despertarlo a besos y una loca idea se me cruzo por la cabeza

¿Así sería dormir con él todos los días?

Sin poder evitarlo, me acerqué a su mejilla y le di un beso, no daba darle un beso en los labios porque me mandaría a la mierda o me trataría de acosadora, -cosa que no lo soy -. Trate de levantarme sin que se despierte, con lo cerca que estábamos era posible que el sienta el olor a búfalo muerto que mi boca desprendía en estos momentos y no exageraba, todos recién despiertos tenemos ese olor en la boca, niéguenmelo

Como pude, saqué el brazo de Exequiel que estaba rodeando mi cintura, una vez que me levanté caminé hasta el baño para poder lavarme la cara y ver qué podía hacer con el mal aliento mañanero. Encontré un enjuague bucal sin abrir ¿Para que lo compra si ni siquiera lo usa? Obviamente lo abrí y me enjuagué la boca con eso

Salí del baño y fui a la cocina, Exe seguía durmiendo. Prepare agua para el mate mientras chusmeaba un poco instagram, abrí mis ojos al ver que Alan Varela me estaba siguiendo, no entiendo nadaaa 

¿En que momento me siguió? ¿Cómo me conocía?

Miles de preguntas se formaron en mi cabeza, aunque claramente ninguna era cien por ciento verdadera

—Buenos días —me saludo Exe que se había levantado recién

Estaba todo despeinado y una cara de dormido

—Buen día —sonreí

Me devolvió la sonrisa

—Voy a cambiarme, ya vuelvo

Asentí y seguí mirando reels, le pase algunos a Fer y otros a Galo. Exe volvió y me dio un beso en la frente para después meterse en la heladera y sacar una cindor

—¿Posta vas a desayunar una leche chocolatada y no mate? —pregunté sin creerlo

—Normalmente tomo mate pero hoy tenía ganas de una chocolatada. —respondió sirviéndose en una taza. —¿Queres galletitas Terrabusi?

—Uy si, hace mucho que no las como

—¿Y por que no agarraste boluda? Están en la alacena —dijo acercándose a la alacena

—Te estoy usando el mate sin que vos me des permiso, no voy a sacarte comida de alacena Exequiel —contesté

—Pero que te importa, agarra lo que quieras, no importa si yo no estoy, vos agarra

Dejó el paquete de galletitas en la mesa y se sentó al lado mío para poder desayunar juntos. Verlo comiendo y tomando una chocolatada me hacía acordar a mi infancia, Exequiel parecía un nene tomando la merienda

—¿Por que me miras así?

—Nada...se me vino un recuerdo de cuando era chiquita y tomaba la merienda en la casa de mi abuela con mis primos —tome un mate

—¿Si? —asentí— ¿Y como eran esas tardes?

—Divertidas, muy divertidas. Mis primos y yo jugábamos al fútbol o a las escondidas, haciamos casas en la casa de mi abuela que tiene una casa de mas o menos una manzana entera. A eso de las cinco de la tarde la abuela nos llamaba a todos para tomar la merienda, pero antes nos teníamos que lavar las manos y nos peleábamos para lavarnos las manos —sonreí nostálgica

—¿Seguís teniendo contacto con tus primos? —preguntó con la boca llena

—Comé y después habla, bobo —lo rete. —La verdad es que no, en total somos diez, todos de parte de mi papá que es el que tiene hermanos, mi mamá no. La última vez que vi a uno de ellos fue a Sabrina, una prima que tiene casi mi misma edad, en un boliche hace poco, no tengo mucha relación con ella, antes si pero ahora que crecimos, cada una siguió con su rumbo —me encogí de hombros