LYON
Papá es un hombre complicado, siempre ha sido estricto y duro con sus palabras, así me crío. Sin embargo la mayor parte del tiempo desea protegerme, lo entiendo, siendo como soy, teniendo este poder tan diferente puedo representar un peligro para la sociedad de los serenos, y eso es algo que en algún momento se convertirá en mi contra.
Suspiro y por fin me decido a entrar. Vivimos en una nave, por lo que estamos en el gran desembarcadero donde se encuentran otra naves, la mayoría abandonadas. No tenemos muchos vecinos por aquí. Desde que la tecnología de la OPS invirtió en mejores máquinas las naves de este tipo dejaron de utilizarse. De hecho ahora es muy raro verlas por los aires, para viajes interplanetarios se prefiere las nuevas tecnologías, además hay todo un proceso para poder salir de este planeta. Mi padre y yo preferimos esta vieja basura. En parte debido a que nuestros recuerdos de mamá se encuentran aquí.
Me adentro en la nave con sigilo, hay demasiado silencio, temo que mi padre me esté esperando en las sombras. Sin embargo no hay nadie, avanzo con precaución hacia mi cuarto y justo cuando creo que estoy a salvo encuentro a mi padre parado en medio de la habitación.
―¿Por qué tan nervioso?
Evidentemente cuando de emociones se trata no puedo esconderlos y aunque estoy trabajando en ello sigo fallando.
―¿Yo?―Empiezo a reír, mi padre frunce el ceño y aguarda alguna respuesta decente―. Solo estoy cansado. La reunión fue muy larga...―bostezo y voy rodeándolo para esquivarlo y llegar a mi cama.
Cuando ya le he dado la espalda vuelve a hablar.
―¿Qué ocultas?
―Nada. ¿Por qué crees que oculto algo?
―Sí algo paso en la reunión puedes decirme. Prefiero que seas honesto.
No volteo a verlo, se que me descubrirá si lo hago.
―Ya lo sé, Lyon.
No puede ser pero le dije a Anís que yo me encargaría de hablar con mi padre. Esta vez si que volteo a verlo, luce algo furioso.
―Claro que iba a decirte pero las cosas surgieron muy rápido...y estaba buscando la manera de abordar el tema.
―Pero, ¿cómo se te ocurrió desafiar a Zesar de nuevo? Tuvimos muchos problemas en el pasado por eso, nuestra reputación casi se destruye y por si fuera poco estuvieron a punto de exiliarte.
Trago saliva. Oh, así que no se entero del viaje sino del acontecimiento con Zesar. Hasta ahora había ignorado ese pequeño detalle y ahora el remordimiento cae como un balde de agua frío.
―Lo siento―murmuro algo fuera de sí. A él le enoja que no responda como debo y me da una mirada de reproche.
―Un lo siento no es suficiente Lyon. ¿Sabes todo lo que he tenido que hacer para demostrarle al mundo que no eres un peligro, que no naciste para traicionarnos?¿Sabes todo lo que abandone?
Bajo la cabeza, empiezo a sentirme muy mal. Estoy agotado. Sé que no debía hacerlo pero no pude quedarme callado.
―Claro que no lo sabes. A ti no te importa lo que yo haga, lo que los demás hagan por ti. Solo eres tú. Eres un pésimo hijo.
Sus palabras llegan hasta lo más profundo. Duelen.
―Yo...yo no soy un pésimo hijo―ataco―. He hecho todo lo que tu querías, entrené desde niño, entre a la OPS e incluso tomé clases para controlar mis emociones, para fingir ser otra persona. Yo también hicé sacrificios.
Odio pelear con mi padre pero no puede hacerme sentir mal de esta forma. Yo no decidí nacer así. No es mi culpa.
―Con más razón deberías esforzarte, por todos esos sacrificios que dices tener. Pero no, no hay cambio en ti.

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Dual
FantasyIkenna siempre ha pensado que es especial. Y no especial refiriéndose a que sabe 4 idiomas y sabe tocar el piano, sino especial como si de ella dependiera salvar el mundo. Sus pensamientos no están muy lejanos de la realidad, pues un día descubre qu...