Capítulo 2

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AVISO

CONTENIDO +18, SI NO TE GUSTA ESTE CONTENIDO BAJA HASTA QUE VEAS LAS LÍNEAS NEGRAS (-----).



Niemrey

-Neteyam- dije de manera entrecortada debido a que nuestros labios seguían unidos, pude sentir como su piel se erizo al escucharme decir su nombre de esa manera.

-Mierda- dijo para después dejar de besar mis labios y pasar a besar mi cuello mientras llevaba la mano que estaba en mi cintura a mi cadera para desatar mi ropa interior- te deseo tanto- dijo mientras bajaba lentamente hacia mi abdomen depositando pequeños besos por todo mi cuerpo mientras bajaba e introducía lentamente sus dedos en mi intimidad provocando que soltara leves gemidos. Me sorprendí un poco al sentir como con la mano que tenía libre alzaba mi pierna derecha para darle paso a mi intimidad.

-Neteyam, espe...- mis palabras se vieron interrumpidas al sentir como con su boca succionaba una parte sensible de mi intimidad que no sabía que existía, esto provoco que tuviera un leve espasmo de placer mientras ponía mis manos en su cabeza. Pude ver como sonrió por un leve segundo para después alzar más mi pierna y ponerla sobre su hombro mientras volvía a succionarme y a su vez seguía metiendo y sacando sus dedos de mi aumentando la velocidad, no podía evitar retorcerme de placer, no sabía de dónde sujetarme- espera....creo que- dije entre jadeos mientras mis manos reposaban en su cabeza- me voy a venir- gemí mientras cerraba mis piernas debido al placer inexplicable que sentí, mi espalda se arqueo un poco y con mis manos sujete fuertemente su cabello. Después de unos segundos volví a abrir mi piernas y él volvió a incorporarse arriba mío con una sonrisa en el rostro- eres malvado- dije entre jadeos.

-Te casaste con un hombre malvado- dijo mientras me daba un beso en la mejilla- eres deliciosa- no pude evitar sonrojarme ante ese comentario- no aguanto más, mi vida. ¿Puedo?- dijo de manera suplicante a lo cual asentí, acto seguido rompió mi vestido dejándome completamente desnuda ante él- eres hermosa- desató lo único que le cubría aquella erección que tenía. Volvió a enderezarse para tomar nuevamente mis piernas y abrirlas un poco más, con una de sus manos tomó su miembro y lo puso en la entrada de mi intimidad- seré gentil- dijo mientras lo introducía poco a poco, era demasiado grande, bueno, qué podía esperar si después de todo medía poco más de dos metros. Luego de unos segundos comenzó a moverse lentamente mientras me sujetaba de la cintura para profundizar aún más las embestidas e ir aumentando la velocidad. No pude evitar dar gemidos fuertes, intenté callarlos poniendo una de mis manos en mi boca, pero Neteyam agarró ambas manos para sujetarlas mientras las ponía arriba de mi cabeza y con su otra mano masajeaba uno de mis senos- me gusta oírte- dijo para luego empezar a moverse rápidamente, me sentía en el cielo

-Neteyam- dije entre gemidos mientras de mis ojos salían pequeñas lágrimas de placer. No era necesario estar conectados para que él supiera que no eran de dolor, nuestra conexión iba más allá de eso- No aguanto más- jadee mientras mi espalda se arqueaba un poco, él dejó caer su peso arriba mío sin llegar a aplastarme y la mano que estaba en mis senos bajó nuevamente a mi cintura para atraerme más a él para después aumentar las embestidas, abrí mis piernas un poco más sintiendo que con cada embestida que él daba tocaba fondo, luego de unos segundos sujetó mi pierna izquierda alzándola lo más que pudo mientras daba leves gemidos y así dar su última embestida mientras mordía mi hombro y haciendo que ambos termináramos.  

Se incorporó un poco y con sus manos me daba la vuelta, haciéndome quedar boca abajo, tomó mi cintura alzándola un poco quedando con mi pecho tocando el suelo, luego sentí como metía nuevamente su miembro en mí y aún con sus manos en mi cintura hacia que las embestidas que daba fueran más profundas, no podía evitar gemir y hundirme en el placer que me estaba provocando, con sus manos tomó uno de mis brazos atrayéndolos hacia él para después tomarme por el pecho, haciendo que mi espalda chocara con su pecho, podía sentir su respiración agitada y sus leves gemidos en mi cuello, con su otra mano comenzó a masajear mi parte sensible, provocando que agarrara fuertemente su brazo con una de mis manos, sentí como lo arañaba pero le reste interés. Sus embestidas cada vez eran más rápidas al igual que sus dedos, luego de un rato ambos llegamos al climax y nos dejamos caer al suelo, sentía como me temblaban las piernas.

Un último beso y te dejo irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora