Íncubo - taegguk [RESUBIDA]

5- Sentimientos encontrados

"Bien, ahora que podemos hablar como personas civilizadas-" Jeon hablaba pero fue interrumpido.

"No soy una persona, y mucho menos civilizada." Habló sin mirarlo. Parecía enfocado en algo... Jeongguk no sabía en qué.

"No importa, luces como una." Se refirió sólo a lo de persona. Taehyung ignoró el comentario. "¿Puedes dejar de... entrar a mis sueños?"

"¿Oh?" El mismo se levantó acercándose al menor, quién negó repetidas veces.

"No. No me refería a eso, no lo haremos, no haremos nada." Taehyung comenzó a reír a carcajadas, con un grande y perfecta sonrisa en su atractivo rostro.

"Eso no ocurrirá... ¿Lo sabes no?" Jeongguk frunció el ceño, molesto por aquel comentario. "¿Sabías que ahora mismo podría hacerte querer hacerlo? Sólo necesito mi propio aroma. Pero con lo apuesto que soy, no creo que lo necesite." Habló. No lo entendía. El no lucía para nada interesado en hacerlo en ese instante, era cómo... 'Si ocurre, ocurre'

"Mejor voy a dormir..." Se acostó rendido, haga lo que haga nada va a cambiar.

"Nos vemos ahí."

________________________________________________________________________________

Bien, pudo dormir tranquilamente, le asombró demasiado... ¿El íncubo lo había dejado descansar?

Bostezo, no tenia ganas de dormir.

Se acomodó para seguir en lo suyo, dándose vuelta ligeramente, encontrándose con el rostro del demonio a centímetros del suyo.

Luego de eso gritó.

Taehyung formó una mueca en su perfecto rostro.

"Me escupiste en la cara." Limpio la saliva qué tenía.

¿Acaso ese demonio no hacía nada de su vida a parte de acosar su aburrida y monótona existencia?

Pareció no importarle el incidente y comenzó a hablar sobre algo... Comenzó a relatar anécdotas de la nada. Realmente no tiene nada más qué hacer.

"Entonces como no me dió lo que quería hice que su esposa e hijas se suicidaran. No me dió lo que quería pero por lo menos me divertí." Bien, Taehyung era el ser más horripilante que conocía en todo el mundo, y de sólo verlo con una sonrisa mientras hacía esos inhumanos comentarios, le daba ganas de matarlo y luego suicidarse. Pero Taehyung probablemente es inmortal... ¿Tal vez? De todas formas, Jeongguk le tiene miedo a la muerte. "También está la vez en la que fui a-" Lo interrumpió abruptamente mientras se levantaba dispuesto a tomar café.

"No me interesa." Taehyung apareció en la mesada, comenzando a jugar con las frutas que estaban sobre le mesada. Sin ninguna pizca de gracia y con cierto enojo le contestó.

"No me interrumpas." Se acercó unos pasos quedando frente a frente, ambos mirándose fijamente. "¿Acaso no estás consciente de lo que te puede llegar a pasar? Aunque no lo creas, no vine sólo a jugar, los demonios íncubos tenemos nuestras necesidades" Jeongguk desvío la mirada pero aún con impotencia.

"Lo siento." Comentó entre dientes. Al final siempre se terminaba disculpando. Taehyung se puso a su lado y tomó su rostro entre una de sus manos, apretando con fuerza sus mejillas, haciéndolo quejar levemente por el repentino dolor. Acercó sus labios y suspiró sobre los ajenos.

"Me iré a hacerlo con otra persona, ahora mismo no me apetece ni tocarte." Por alguna razón, a Jeongguk le dolió aquél comentario, pero jura que sólo un poco. Haciéndole fruncir levemente el ceño. "¿Acaso te ofendí?" Taehyung rió burlonamente, viendo aquellos labios antes de alejarse de Jeon. "Es interesante que te pongas celoso, si te soy sincero." Y desapareció.

Bien, si Kim Taehyung quería acostarse con otra persona a él no le incumbe, es más, mejor.

Con aquél pensamiento siguió comiendo con tranquilidad.

________________________________________________________________________________

"¿Acaso planeas salir?" Taehyung observaba como Jeongguk daba vueltas se preparaba cómo para salir.

"Me voy. No puedes atarme a mi casa eternamente, no soy tú mascota ni tú juguete." Tal vez haber convivido tanto con él empezaba a generar confianza y más seguridad a la hora de enfrentarlo, nada que ver al principio cuándo incluso sólo su voz le generaba terror.

Tomó sus llaves viéndose por última vez en el espejo, no sabe de dónde sacó aquellas agallas repentinas, pero su valentía no iba a ser frenada por nada ni nadie.

"No, pero deberías serlo." Taehyung le quitó las llaves y se apoyó en la pared frente a él, con el rostro más serio que Jeon alguna vez haya visto en su rostro. El rostro del humano era digno de retratar, según Kim. Aquella expresión de confusión era perfecta.

"¿Porqué?" Preguntó con algo de cautela, no quería que le arranque la garganta. Toda valentía se fue al ver el rostro del incubo.

"Ya te lo dije." Aquél tono de voz sumamente plano no cambió ni por un segundo.

"Kim Taehyung... ¿Acaso no estarás enamorado mi?" Dijo, de la nada, casi lo toma por sorpresa al ente frente a él.

"¿Me hablas a mí?" Contestó burlescamente. Claramente era un rotundo no.

"Creí que a los demonios no les importaba nada ni nadie."

"Que seamos posesivos no significa que nos importa alguien."

"De hecho, si." Taehyung se veía impasible. "En fin, por favor, dame las llaves." Ignoró lo pedido y lo empujó contra la pared apretándolo bruscamente, mientras con su mano apretaba su cuello, clavando en la suave piel unas largas y puntiagudas uñas, comenzando a perforar la carne. Jeongguk dió un grito ahogado intentando separarse, pero fracasando en el intento, comenzando a ahogarse en su propia saliva ya que la mano apretando su garganta le impedía emitir palabra alguna.

"Es más gracioso tenerte en ésta situación que cuando te pones a la defensiva, tal vez empiece a hacer ésto más seguido." La sangre comenzaba a gotear hasta llegar a su pecho, manchando su camisa.

El dolor quemaba en su cuello, trató de apartar al demonio desesperadamente, pero era inútil, ni siquiera lo movió un centímetro.

"Te quedarás aquí." Jeongguk asintió instantáneamente, haciéndolo reír por lo indefenso y débil que se veía, permitiéndose unos segundos mas de disfrutar de verlo llorar y quejarse por el dolor. Finalmente lo soltó, lamió sus manos cubiertas de sangre. Sonrió antes de decir: "Siempre atento a tus consecuencias." Al final si que casi le arranca la garganta. De mal augurio.