La Serpiente Y El Fantasma.| Ghost Y Tn. (En Edición)

insomnio



Un mal chiste, sería lo que definiría posiblemente el futuro de la serpiente y el fantasma, más porque ambos parecían odiarse después el momento en que se conocieron, pero quién se llevaría bien con el sujeto que casi la mata y con la mujer que le dio tremendo madrazo que hasta el Windows le reinicio.

Cómo era de esperarse seguían en un silencio incómodo, al pesar de estar llena la habitación era como si estuvieras sola nuevamente con tu gato, aunque este aprovecha cualquier oportunidad para huir de tu amor o tus constantes caricias a las cuales responde con rasguños o mordidas.

Ya no podías más, querías hablar pero al tratar de decir una palabra fuiste callada por aquel jaboncito.

- Bien, ya es bastante tarde. . . Todos tenemos que descansar - Se podía escuchar claramente su voz, el como trataba de romper ese hielo tan grueso que se formó.

- Bien, no esperaba un tercero por lo cual... Dormiré en el sofá, uno de ustedes puede tomar mi habitación y los otros, la habitación de huéspedes. - rápidamente Alejandro negó con la cabeza para poner sus manos sobre tus hombros, provocaba un escalofrío sentir eso, más por el recuerdo del momento en que consiste a ghost.

- No, yo dormiré en el sofá es mejor de esta manera, puedo estar al pendiente y además eres la única ni.. mujer- por poco te llamaba niña, cosa que siempre odiabas ya que siempre fue usado para hacerte menos o referirse que eras pequeña.

Ya no querías estar en ese lugar sin más te levantaste del sofá para irte de dónde se encontraban ellos, los dejaste solos y sin despedirte algo a lo que estaban acostumbrados Alejandro y soap a ese comportamiento.

Estabas sin energía, sentías como tú cuerpo caería pero al tirarte a la cama no hiciste que mirar al techo, pensabas en todo lo que paso anteriormente y como tus chicos te cuidaron para bajar tu ansiedad, no podías creer como serías capaz de abandonar a ese par para cuidarte tu sola como lo has hecho toda la vida.

Cómo podías te arrastraste por la cama hasta llegar a la pequeña mesa de noche donde se encontraba un frasco de pastillas el cual tomaste, abriste con cuidado el botecito pero al querer sacar el contenido se encontraba vacío querías gritar, ahora no podrías llegar el ojo en toda la noche o hasta que tú cuerpo caiga por el agotamiento.

Golpeaste la mesita un par de veces con tus dedos, pensando en que hacer y lo único que podías era usar tu vieja computadora.

Ni modo, era lo único que podías hacer aunque primero te cambiaste otra vez de ropa a tu pijama de llamas rosadas, bastante curioso más porque dabas la punta de ser una de esas mujeres que les gustaba el negro en su totalidad pero no, simplemente seguías la moda para encajar.

De un segundo a otro ya te encontrabas tras tu computadora encendida, ahora era momento que la serpiente saliera de su escondite, lista para atacar nuevamente aquellos que destruyeron a la familia que amaste como si fuera tuya, pero debías ser cautelosa, el equipo no tiene que notar tus movimientos ni saber que de nuevo volviste a tus viejos hábitos.

Por un momento sentías culpa de hacerlo, mientras tú te encontrabas en tu insomnio alguien más se encontraba en tu estado, un pequeño fantasma que miraba el techo, tomando cada pequeña mancha que tenía este pero al pesar de esta pedido en eso, se encontraba pesando como una mujer tan pequeña podía derribar a un tanque de un solo golpe.

Se dará vuelta en el sofá, si el tenía el sofá ya que después de tu ida tan grosera el se negó a dejar el sofá para evitar compartir habitación con soap o Alejandro por sus problemas de sueño.

Al darse la vuelta noto unos ojos brillantes que lo miraban a lo cual reaccionó un tanto extrañado pero pronto, aquellos ojos brillantes se acercaron a él, revelando a tu felino negro, que esperaba pacientemente a que el hombre le permitiera dormir a su lado. Inicialmente, el fantasma se mostró reacio, pero pronto cedió al escuchar el suave ronroneo del gatito y ver cómo dilataba sus pupilas. Ese fue el detonante para que el soldado tomara al gato en sus brazos y acariciara su pequeña cabeza, lo que parecía calmarlo. Sin embargo, el teniente nunca bajó la guardia, manteniendo su vigilancia incluso en ese momento de tranquilidad.

𖥻  ❨𝓗𝓪𝓽𝓮.❩

      𓈈             ִ    ִˊˎ-
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I always come back.