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Shinpei, quien solía ser el legendario jefe de los Oh, ahora es un anciano de cabello gris, pero sus ojos aún rebosan de vitalidad. Los ojos de Shinpei eran tan feroces que nadie lo miraba directamente, ni siquiera los líderes más experimentados del clan. Solo Sehun, el actual jefe de los Oh, podría enfrentarse a su abuelo Shinpei. Y desde luego la única persona que hacía que los ojos de Shinpei parecieran a los de un buen abuelo del vecindario...

Sehun miró a su pequeño hijo Touma, jugando sin miedo mientras se subía a un Tokonoma; un pequeño cubículo elevado, donde estaba un jarrón de más de cien años. Shinpei, que estaba sentado a la derecha, se volvió para mirar brevemente a Sehun, y se levantó apresuradamente para acercarse a Touma.

—Oh, este chico. Es peligroso jugar en un lugar como este.

—Abuelo, Toma ir a casa.

—¿Quieres ir a casa?

—Sí, a roncar.

—Entonces, ¿por qué no te quedas a dormir aquí con abuelo y te vas mañana?

Ante las palabras de Shinpei, Touma miró a Sehun y sonrió ampliamente.

—¿Más papá? Si papá duerme, Toma también.

Shinpei sonrió amablemente y abrazó a su joven bisnieto, antes de soltar un suspiro. Sabe de antemano que Sehun no se quedará. Como de costumbre, Touma jugueteó con el rostro arrugado de Shinpei con sus pequeñas manos.

—Será mejor que lo lleves a su casa, Sehun. Creo que ya está cansado.

—Entonces, nos vemos el mes que viene.

—Incluso si no es el próximo mes, pasa a tomar una copa con tu abuelo.

—Lo haré —Sehun extendió sus manos para alcanzar a Touma, que cada día pesaba más, pero Shinpei lo rechazó

—Así está bien. No le quites el placer a este anciano. Me quedan pocos días para verlo crecer.

—No digas eso.

—Me estoy volviendo viejo y confuso.

—Aun así, el abuelo sigue siendo el único en quien puedo apoyarme.

—¿Por qué el jefe de los Oh está mostrando tanta debilidad? Terminarán usándolo en tu contra.

—En estos momentos estoy hablando como un nieto.

El rostro de Shinpei se arrugo felizmente ante las sinceras palabras de su nieto.

—Eh, mocoso. ¿Por qué le estás tocando la nariz a tu abuelo? —Shinpei carraspeó para intentar poner voz seria.

—¿Por qué tienes el pelo blanco? —Touma preguntó inocentemente, tocando el largo vello de la nariz de Shinpei que sobresalía de sus fosas nasales.

En el pasado, ¿quién se atrevería a tocar el legendario cabello de la nariz de Oh Shinpei, quien dominó Tokio con una mirada? Nadie, excepto por Touma. Todo su lado imponente desaparecía cuando estaba con su angelical bisnieto. Incluso si Touma decidiera picharle un ojo, Shinpei tampoco se enojaría con el pequeño.

Cuando los tres salieron, muchos de los subordinados de la organización inclinaron su cabeza hacia ambos lados del jardín, que parecía tener 50 metros de largo hasta el automóvil que esperaba a Sehun y Touma. Hoy se celebró la reunión mensual que Sehun realizaba a Shinpei. Comenzó temprano en la mañana y terminó algo tarde para el joven Touma. Touma, el próximo jefe de los Oh, tiene solo tres años, pero era tan respetado como Sehun.

Los sub líderes reunidos allí, se despidieron de Sehun y Touma, antes de ir al banquete que los esperaba. Era el banquete usual que se celebraba después de la reunión, pero Sehun se apresuró a regresar a casa por Touma, quién ya se encontraba bastante cansado.

—Abuelo, ¿Toma ira con papá?

Ante las palabras de Touma, no solo Shinpei, sino que el rostro de Sehun se oscureció. Desde el momento en que nació Touma, Sehun nunca había estado en el mismo automóvil con su pequeño hijo. Siempre viajaban en autos separados para prevenir cualquier accidente o peligro a Touma.

Touma, por el contrario, odiaba ese procedimiento. Por eso pensó que, si hablaba con su abuelo, quien está siempre de acuerdo con todo lo que dice, quizás convencería a su papá y podría viajar en el mismo auto que él.

De repente, Shinpei se sintió en problemas y no sabía que responder a su adorable bisnieto, así que solo sonrió. Sehun le hizo un gesto a Jongdae, uno de sus seguidores, para que agarrara a Touma en sus brazos. Jongdae se acercó a Shinpei con cuidado y cargó a Touma.

—Lo pensaré, ahora sube al auto con Jongdae. Yo iré con el señor Lee. La próxima vez, podrás ir con Abuelo.

—Sí... Toma entiende. Nos vemos otro día abuelo.

A pesar de su temprana edad, Touma es un niño inteligente y se subió al auto sin queja alguna, suavemente abrazado por los brazos de Jongdae. Al verlo tan obediente, el corazón de Shinpei se compadeció del pequeño, estaba en conflicto de nuevo.

—Entonces nos veremos pronto —Se despidió Sehun de Shinpei.

—Sí, ve con cuidado.

Cuando Sehun se inclinó profundamente, mostrando respeto a Shinpei, otros miembros de la organización también inclinaron sus cabezas de inmediato ante el actual jefe y el anterior.

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Ha pasado un tiempo 💕 Pero espero esta vez si culminar las historias 😅 

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Cuando el Yakuza se enamora [SeHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora