『𝐌𝐲 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐲』(TR x Lectora)

21.01.05

No sé como empezar esto, pero bueno, lo haré lo mejor que pueda.

Vino por mí al parque de la otra vez. Al llegar a la playa estuvimos caminando un rato por la arena, en algún momento nos tomamos de las manos. Miré a Osanai para sonreírle y este me devolvió la sonrisa.

Después nos sentamos en la arena, estuvimos un rato hablando de trivialidades hasta que por alguna razón que desconozco comenzamos a acercarnos, sus labios estaban realmente cerca de los míos. Estaba bastante nerviosa, besé al contrario. Sentía su mano en mi cadera, acariciandola con cuidado.

Nos tumbamos en la arena, terminamos con arena hasta en el ojete pero hay que admitir que al menos la escena se ve romántica. Tras un rato basándonos me miró y me dijo "siento tus manos temblar... ¿está todo bien". Me sentía tan emocionada y a la vez avergonzada que simplemente pude asentir.

"No lo pareces"

"Solo estoy nerviosa"

"¿Nerviosa por qué?"

"El otro día dijiste que... para hacer aquello querías que estuviésemos plenamente conscientes..."

"¿Y me hiciste caso?... Supongo que hay más condiciones ademas de la consciencia, por ejemplo... me gustaría que no estuvieses nerviosa, mejor dicho, no más nerviosa de lo natural"

Ojalá poder describir la calma que sentí en ese momento. Hasta ese entonces sentía como si a cada que estuviese sobria el iba a querer tener sexo conmigo. Pero voy a admitir que nunca me esperaría que alguien de Moebius fuese así de respetuoso.

Poco después Osanai propuso que nos bañasemos, le dije que no tenía bañador y me dijo que eso no importaba, que él no me miraría de manera sexual. Accedí y se apartó dandome la espalda para que yo pudiese cambiarme a la vez que el lo hacía.

Al voltear no pude evitar mirarlo de arriba a abajo. No lo ví, pero estoy segura de que él hizo lo mismo conmigo. Por suerte no le hice caso a Midori sobre usar ropa interior sexy para esta cita.

Juntos caminamos hasta el agua. No puedo negar que estaba fría, pero Osanai me estaba dando la mano, acariciando esta y manteniendo su mirada alejada de mí lo máximo posible. Puedo jurar que hasta notaba el esfuerzo que el hacía en no mirarme.

Me acerqué a él, enredé mis brazos alrededor de su cuello y sonreí, le di un pequeño beso mientras él llevaba sus manos a mi cintura.

Tras un rato en el agua salimos, él me prestó su chaqueta y me llevó de vuelta a mi casa. Se despidió con un beso en mi frente, ¿qué hay más adorable que eso?