corona 🐉

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III

Los gemidos podían oírse en la habitación de plata causando que no sólo hubiera un aura de placer totalmente, sino de envidia, la emperatriz se encontraba saltando encima del emperador quien gruñía con la imagen excitante de su concubina tocándose por los gemidos de su señor.

Aunque pareciera algo imprudente, sunoo no podía negar que le encantaba escuchar los gemidos de sunghoon, pero eran mejores cuando ella misma los ocasionaba.

La gente afuera de la habitación murmuraba la gran decisión del emperador, llevar a dos hermosas mujeres a compartir la misma cama y hombre en una noche tan especial como esta. Las sirvientas de la emperatriz estaban indignadas mientras que los demás estaban contentos pues si la emperatriz resultaba ser infértil ya no tendría su título regalado por gusto ante sus injusticias.

—¡E~emperador!— gimió gustosa cuando mojo a su esposo deteniendo sus saltos.

Los cabellos de sunghoon estaban pegados a su frente toda sudada al igual que su cuerpo, abrió sus ojos mirando a su amante con un puchero y sonrió coquetamente. El emperador indicó que intercambiarán y ahora estaba sunoo con su amor.

—¿Celoso?— le pregunto en el oído a la concubina.

—Mucho, alteza— se acercó besando suavemente los labios esponjosos de azabache.

Sus labios se movieron lentamente saboreando sus salivas durante el proceso, las manos del hombre se dirigieron a las prendas llamativas retirando cada una de ellas una por una hasta que por fin pudo ver el bellísimo cuerpo que lo encendía cada noche. sunoo bajo sus besos al mentón del emperador dejando marcas por el labial rojo y después en el pecho mismo, las manos gruesas masajeaban las gordas esponjas que tenía en el pecho la rubia quien jadeaba reconociendo su debilidad.

Mientras ellos tenían su momento sexual y cariñoso wonyoung miraba la escena desde otra cama de forma detallada. ¿Cómo es que su esposo tocaba a la concubina de una forma tan gentil y sensual haciéndola gemir durante el proceso? a ella jamás le tocó así, simplemente cuando tenían relaciones se acostaban y era tocada por su esposo. Ver a la rubia ser tratada de esa forma causó incomodidad y molestia a la emperatriz consorte, el emperador era solo suyo claramente.

—¿Lista preciosa?— preguntó abriendo las piernas delgadas y bronceadas de su amante.

La rubia asintió con una sonrisa sabiendo lo que le esperaba, sus paredes fueron abiertas de una forma brutal haciendo gemir a gusto por cada estocada que recibía por parte de sunghoon, sunghoon embestía de forma lenta pero profunda, llenando a su concubina tan bien que incluso se podía ver un pequeño relieve en el vientre de la rubia.

Poder sentir como su cuerpo se sacudía al igual que sus gordas tetas que era fantástico, así como también sentir al emperador besarlo por toda la cara y pecho de una forma salvaje causando que la excitante y el placer en la habitación incrementará ignorando totalmente que la consorte real también se encontraba en la misma habitación que ellos. Los gemidos de sunoo eran tan agudos y ruidosos que se oían hasta afuera de la habitación donde todos permanecían sonrojados con las cabezas agachadas.

wonyoung no podía soportar más tener que ver a una ramera siendo follada de una forma tan deliciosa como sunoo recibía, se sentía algo envidiosa, además de verla follando con su esposo sino que también las tetas que traía.

Eran grandes, bronceadas, redondas y los botones eran rosados que a uno le antojaba morder todo el tiempo como a Park, su culo era grande también, a diferencia de ella que contaba con senos de tamaño promedio y un culo no tan llamativo como el de su competencia.

𝗰𝗼𝗻𝗰𝘂𝗯𝗶𝗻𝗮 ; 𝘀𝘂𝗻𝗴𝘀𝘂𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora