Capítulo VII: Un golpe a la realidad, no le hace mal a nadie.

72 14 9
                                    

Un trueno me devuelve a la realidad y me separo inmediatamente.

¿Pero qué carajos estoy haciendo?

Le estás comiendo la boca, eso estamos haciendo. Ahora, por favor, volvamos a donde estábamos, ¿sí?

No, no, no, Eris no entendés, no puedo. Lo último que necesito en estos momentos es un hombre en mi vida.

Dios, Thomas tenía razón, no han pasado ni seis meses de lo de mi madre, que ya estoy besándome con su médico. Por dios, no puedo ser más cínica.

Nate me mira confundido desde el pasto, pero cuando logra ver entre la lluvia, mi cara de terror, rápidamente se para.

Darling, ¿estás bien? ¿Qué pasó? — dice en tono confundido y preocupado. Sus cejas se fruncen y su rostro se llena de intriga, no pudiendo entender lo que está ocurriendo.

Trata de agarrarme las manos, al notar mi silencio, pero yo me separo rápidamente, como si éstas me quemaran. Y negando con la cabeza, mientras me alejo rápidamente, digo:

—No puedo Nate, no puedo —digo con voz temblorosa y frustrada — Esto —nos señalo con la mano — Esto no puede suceder, hagamos como si nunca hubiera ocurrido ¿sí? Fue un error tonto de mi parte, perdón.

—Pero Adara, ¡esperá, hablemos!

Nate me grita por encima de la lluvia, pero ya me encuentro corriendo, lejos, lejos de él, del maldito pasto y de la estúpida lluvia, que vuelve todo más romántico.

Me dirijo rápidamente hacia mi habitación, llorando. Esto no puede estar pasando.

Estúpida, estúpida. Me digo caminando como un león enjaulado, de un lado hacia el otro.

De todo lo que podría haber hecho, hice la cosa más estúpida que se me podría ocurrir, ¿en serio Adara? ¡Lo tenías que besar!, entre los miles de agradecimientos que hay por un regalo, noo, claaroo, yo vengo y pum, le como la boca.

¿Se puede ser más necesitada de afecto?

¿Y ahora? ¿Cómo van a quedar las cosas entre nosotros? Ya había logrado un buen ambiente en la casa, Nate me daba mi espacio, yo respetaba el suyo, había comenzado a animarme a hablar, a compartir momentos, espacios, per-

Y si que fuiste de lleno a compartir espacios...

Basta Eris, estoy en un momento de crisis, ¿sí? Un poco de consideración te pido.

Esta bien, esta bien. Saco bandera blanca por unos minutos, pero no te prometo nada.

Amorosa como siempre. Ahora por lo menos, pensemos juntas una solución, ¿Qué hago? ¿Me exilio? ¿Me mudo de país? ¿Me entierro un metro bajo tierra?

Me siento en la cama, rendida y digo exclamando:

¡No, ya sé! Me pongo un cartel en la frente que diga ¡Para decisiones estúpidas contácteme!

Me giro hacia la almohada y con el rostro apoyado contra ella, grito de frustración

¡Aggghrrr!

Con permiso de romper tu auto compadecimiento, ¿Qué te parece si mejor no se... llamas a una amiga?... Ayy si tuvieras una persona con quien hablar, en quien confías y que recientemente viste... Ayy si solo existiera esa persona...

¡Eris sos la mejor! Cele es perfecta para esta ocasión, ella más que nadie va a entenderme. Viste que dos cabezas piensan mejor que una.

En realidad, es una cabeza, yo soy vos, pero bueno si te deja más tranquila...

El espiral [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora