Hogwarts: The opening game binds the Lie into God system

30

Después de leer la carta de la Sra. Weasley, Evan sonrió.

"¿Qué dijo mamá?"

preguntó Ron con curiosidad, y Evan lo asustó de que la Sra. Weasley se hubiera enterado de su salida nocturna.

Asustado, Ron no podía estar feliz en absoluto sabiendo que Harry había comprado una escoba nueva.

"¡Se acabó, mi madre definitivamente me matará a golpes!"

Ron dijo abatido.

Pero reaccionó de inmediato, y si la Sra. Weasley lo hubiera sabido, podrían haber recibido una carta de gritos en este momento.

Al ver la sonrisa de suficiencia de Evan de nuevo, ¿qué más no entiendes?

"¡Hermano, mentiste!"

Ron fingió ser feroz con él, pero no pudo evitar reírse.

"¡No hables de esto, mira esta carta!"

Harry interrumpió su risa cuando tomó la carta que la profesora McGonagall le había dado y se la entregó a Evan y Ron.

Ron estaba emocionado y envidioso después de leerlo.

"Dos mil ruedas ligeras, ni siquiera las he visto".

"¡Vamos al dormitorio y abrámoslo!"

Harry tiró de Evan y dijo emocionado.

Los tres corrieron hacia el dormitorio.

Sin embargo, Malfoy lo detuvo a la mitad.

Arrebató la escoba de la mano de Harry.

Lo tocó, fingió desdén y dijo: “¡Una escoba rota, esperas a que te castiguen!”. ¡Los estudiantes de primer año no pueden jugar con escobas! ”

“¡Qué escoba rota, esto son dos mil ruedas ligeras!”

Ron dijo con impaciencia.

“¿Qué dices que usas en casa?” ¿Cometa 260? ¡El cometa es bueno, pero no tiene el mismo grado que la rueda ligera! ”

Malfoy estaba enojado.

Su cara estaba roja.

"¿Que pasa contigo? Supongo que esos hermanos tuyos pueden incluso tener una mano..."

Malfoy estuvo a punto de decir que los Weasley eran tan pobres que ni siquiera podían pagar un cometa.

Pero vio a Evan.

Evan estaba lleno de una rica luz, y hace dos días, la profesora McGonagall le dio a Evan un candado de larga duración hecho de diamantes de colores.

Llevado en su cuerpo, brillante, nadie puede decir que Evan es un pobre Weasley.

"¡Vulgar!"

Malfoy dijo con amargura.

Quería presumir el reloj de diamantes que llevaba en el brazo, pero descubrió que el diamante del reloj no era tan grande como el diamante de los zapatos de Evan.

Es realmente irritante.

Por primera vez, Malfoy se sintió desinflado al mostrar su riqueza.

"Niños, espero que no hayan peleado, ¿verdad?"

El profesor Flitwick apareció a la derecha de Malfoy.

Levantó la voz.

Parece estar preocupado de que vuelvan a pelear sin decir una palabra.

"¡Es tal profesor, alguien le envió una escoba a Potter!"

Malfoy se quejó rápidamente.

El profesor Flitwick sonrió.